El “verano” colombiano
Stratfor es un centro de pensamiento gringo, especialista en poner la bola de cristal y hacer pronósticos sobre el futuro. Acaba de publicar un reporte titulado “Colombia, A Summer of Unrest Looms” (algo así como “Colombia, un verano de amenazas de disturbios”), en el que analiza lo que desde el punto de vista político se ve venir en el futuro inmediato que no es tranquilizante.
El estudio que se remonta a las protestas del año pasado en el Cauca y a la huelga de El Cerrejón,
se detiene como es natural en el levantamiento del Catatumbo, infiltrado o, mejor aún, promovido por las Farc, con el propósito de que no se erradiquen los cultivos de coca -lo que el Gobierno no está dispuesto a negociar- y se cree una zona de reserva campesina, que las Farc entienden como un territorio semi-independiente que pueden manejar a su antojo.
Por otra parte, hay protestas legítimas de sectores que sienten que no están siendo tratados con justicia. Si usted fuera cafetero y miembro de una familia de aquellas que durante años han sostenido la economía del país y viera cómo no solamente no tiene ayuda cuando el peso se revalúa sino que los grandes productores de café procesado lo importan de Vietnam (ahora el segundo productor mundial) y que la Federación -que en otra época fue la dueña de la Flota Mercante Grancolombiana y del Banco Cafetero y los perdió- se hace la de la vista gorda ¿no estaría también furioso? Y si fuera industrial y viera que sus ventas se caen gracias al contrabando que pasa por las narices de la DIAN mientras sus funcionarios les quitan los tres juguetes a las señoras que entran por los aeropuertos ¿qué pensaría?
Se viene el paro de la Drummond que afectará las exportaciones de carbón. Como las exportaciones normales del país han caído y nos sostenemos gracias a la minería hay que destruirla para abrirle campo a la subversión. O si no que le pregunten al señor Jerez, promotor de los problemas del Catatumbo, al señor Gutiérrez que promovió las últimas protestas en Quinchía, o al senador Robledo del Polo que, dice el Gobierno, aúpa todo esto. En el momento de escribir estas líneas hay por lo menos dos carreteras bloqueadas y el aeropuerto de Quibdó está ocupado por protestantes.
Según Stratfor, este “verano” -llamado así por la “primavera” árabe- trae problemas que el Gobierno va a tener que resolver sin entregarle el país a los negociadores de La Habana.
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Coda uno. El Gobierno ha dicho que va a bajar los aranceles a los carros y kits de ensamblaje. Entre tanto, los taxis eléctricos importados no han podido trabajar porque no les han rebajado el IVA como a los demás y Mintransporte quiere que los pinten de verde cuando el color internacional es azul y blanco. Y de la contaminación ¿qué?
Coda dos. No ha habido, que se sepa, acción del Minsalud por los precios de los medicamentos, los más caros del mundo.