Petro está salado
La semana pasada Petro estuvo, como solíamos decir en el colegio, salado. No por mala suerte, sino por falta de cacumen. Aunque estaba advertido y sabiendo que todos los estudios técnicos le mostraban que su proyecto de POT era absurdo y que la ciudad no lo iba a soportar, insistió y amenazó, pero el Concejo se lo tumbó. Ahora dice que lo va a aprobar por decreto. Y si lo hace, el decreto se caerá en los tribunales.
Por otro lado, la Registraduría avaló las firmas recogidas para convocar un referendo revocatorio. Inexplicablemente la misma Registraduría le había entregado las firmas para que el partido de Petro las verificara. Ellos dijeron que más de 200 mil firmas habían sido hechas por la misma mano. Una reacción típicamente chavista: de relumbrón pero poco inteligente. Al conocer la noticia del aval, Petro, con su irremediable temperamento fascista, anunció que irá a tribunales internacionales para defender su puesto. Primero debería pensar en los recursos nacionales, que los hay. Y a mí no se me ocurre cuál “tribunal internacional” pueda resolver el caso. Pero Petro no es el primero ni será el último que amenace con eso. ¡Qué susto!
Finalmente, para rematar cambió una pintura de don Gonzalo Jiménez de Quesada que desde hace tiempo decoraba el Salón Jiménez que desde ahora se llamará Libertador, por uno de Bolívar (llamado “el chamán” por su pintor), porque según Petro el cuadro del fundador de Bogotá le hacía homenaje a la conquista. Esto merece dos comentarios: el primero, que esas son ideas que se me antojan como de Evo Morales, que detesta todo lo que tenga que ver con la colonización española de América. Y de paso, según dijo, por la invasión del Imperio Romano a Bolivia. ¿Será que Petro nos quiere ver a todos los bogotanos disfrazados como Evo? La segunda, que “chamán” no tiene que ver, como parece creerse, con los indígenas americanos, sino que tiene origen en hechiceros, adivinadores y curanderos siberianos. Menos malos, dirá Evo aunque no sepa bien dónde queda Siberia, que los colonizadores españoles. La enseñanza de historia en Ciénaga de Oro, como en Orinoca, patria chica de Evo, debe ser malita.
La verdad, señor Petro, es que usted lo ha hecho muy mal, que la ciudad está hecha una porquería en todos sus aspectos (vías llenas de huecos, vendedores ambulantes invadiendo todo, afiches en cuanto poste o caja de teléfonos hay, basuras regadas en todas partes, parques con el pasto crecido y ratas abundantes, andenes intransitables, inseguridad, tráfico caótico etc.).
No se ve gobierno sino política o politiquería. Y eso no es suerte. Es de cacumen.
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Coda. El Director de la DIAN está muy preocupado por el contrabando. Y con razón. Le causa un perjuicio enorme a la producción nacional. Pero no se ven acciones efectivas, distintas de quitarles a las señoras en los aeropuertos los tres juguetes que traen para sus niños. Y, a propósito, ¿qué pasa con esas mercancías decomisadas?