Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 12 de Marzo de 2015

ATALAYA

El egoísmo irracional

Según   la visión aristotélica, el propósito de cualquier ser humano consiste en preservar la vida. Ese debería ser su objetivo fundamental, como decía AGH (el fiscal Montealegre se hace el de la vista alegre. Se nos acaba el tiempo, señor Fiscal). Aristóteles planteó que además de preservar la vida deberíamos ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos. (Sin contratos “mokusianos”, claro está).

El profesor Warren Orbaugh, de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, presenta con un sencillo ejemplo las consecuencias de nuestros actos y la preservación de la vida. La escena corresponde a la conversación de un padre con un hijo. El hijo solicita permiso al padre para salir con sus amigos por la noche. El padre “le sugiere” que “no tomes demasiado,  que maneja con cuidado”.

En ese momento, el padre brinda esos consejos a su hijo considerando que son buenos. El padre, una vez acordado el permiso, espera que su hijo se comporte acorde y en consecuencia con los valores morales que se le han inculcado en su hogar. ¿El padre, en cierta forma, está siendo egoísta? Sí, pero es un egoísta racional al advertirle al hijo las consecuencias de sus acciones con el único fin de preservar su vida.

A pesar de los buenos consejos de su padre, sucede todo lo contrario. El hijo no escucha. Entonces, pasa lo que le pasó al joven Nicolás Gaviria. O con el joven piloto que estrella su carro contra un puente causando la muerte de cuatro personas. O con lo que nos está pasando en La Habana. Eso, es ser un egoísta irracional.

Los colombianos del siglo XXI, parecieran que fueran unos egoístas irracionales. Veamos algunos ejemplos. Promover, al mismo tiempo, el aborto y la vida al estilo mokusiano. Defender el proceso de paz de La Habana, a pesar de las advertencias que se hacen desde diferentes sectores de opinión. Estar dispuesto a cualquier cosa con tal de otorgar total impunidad a los niños de Iván. Que un rancio medio de comunicación bogotano reciba más de $ 20 mil millones durante el 2014 en pauta oficial, hace perder la objetividad periodística.

Y, de mi Partido Conservador, egoísta irracional, quien con muy contadas excepciones en las actuales circunstancias se parece más a ese ternero que se arrodilla ante la ubre de la vaca para amamantarse; ni hablemos.

¿Otorgan una licitación para el dragado del Río Magdalena por, lean bien, $ 2.6 billones? $2.6 billones hacen perder la objetividad a cualquiera. “Con semejante ubre, cómo no se van a arrodillar”, comentó un amigo costeño. “Ajá, Rafa, ¿y no comparten?”, comentó otro.

Puntilla: ¿Contrataron cazatalentos por US$ 180.000 para nombrar al “mermelado” mayor en Ecopetrol S.A? ¿Siendo miembro de la Junta Directiva de Interbolsa S.A, Echeverry no se dio cuenta de nada?  Si la Venezuela de Maduro es una amenaza para los EE.UU.: ¿los amigos de mis amigos qué vienen siendo?

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI