ATALAYA

Lo que está en juego

Como  dice el refrán popular, ya no hay tiempo para llorar. Si no votamos a conciencia para las próximas elecciones municipales del 25 de octubre veremos cómo, lentamente, el yugo del comunismo se apoderará de nuestras vidas persiguiendo lo que más hemos defendido: nuestro sistema democrático a pesar de todos sus defectos como lo tenemos concebido.

Si los colombianos no votan a favor de los candidatos del Centro Democrático y en algunas ocasiones por los del Partido Conservador, esto incluye a Bogotá con Francisco Santos quien de paso hizo una brillante labor de campaña; verán con sus propios ojos cómo actúa el comunismo en sus vidas. 

Como bien dice Francisco Santos en un video: “Nos quieren embarcar en un proceso de paz que acabará con las libertades de culto, de expresión y económicas en toda Colombia”. No nos digamos más mentiras, señores lectores. De eso, es lo que se trata estas elecciones.

El único contrapeso político es el Centro Democrático. Del lado conservador, Andrés Pastrana y la Dra. Marta Lucía Ramírez sacan la cara. Junto con el joven Santiago Castro, futuro gobernador del Tolima, y algunas escaramuzas del Dr. David Barguil. De resto, de parte de los conservadores apague y vámonos.

Cuando los conservadores quieran reaccionar verán que era mejor haber reaccionado a tiempo y no cuando el yugo del comunismo esté sobre sus cabezas.

Para rematar este ambiente tan perverso para el futuro de la Nación, en estas elecciones se implementará el sistema de biometría electoral por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Aparentemente es un plan piloto que se desarrollará adivinen en dónde: en la Costa Atlántica y en algunas localidades del sur de Bogotá.

En principio, se dirá que el voto electrónico permitió una mayor transparencia y agilidad en todo el proceso. Sin embargo, en Venezuela existen evidencias de que el sistema electoral por medio del voto electrónico ha sido manipulado.

Conocedores del tema sugieren que el primer indicio para identificar si existe un posible fraude electoral a través del voto electrónico consiste en determinar si se incrementó sustancialmente la inscripción de votantes en zonas de periferias. Cuando cerraba esta columna de opinión, aparece en el Tiempo.com.co que se presenta una inscripción sospechosa de 1.600.000 cédulas a nivel nacional, cerca de 80.000 en Bogotá sobre todo en el sur.

En Venezuela, el mismo CNE ha reconocido que se puede presentar entre un 15% al 20% de defectos en el sistema de capta huellas. Ese 20%, al final, puede alterar una elección como sucedió en las pasadas entre JMS y OIZ, precisamente en la Costa Atlántica. Por eso, era que JMS decía: “la Costa me dará el triunfo”. Porque él sabía lo que iba a pasar.

Puntilla. Colombianos, lo que está en juego es muy serio y compromete el futuro del país.

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI