Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Julio de 2015

Le Coup de Grâce

MARGUERITE  Yourcenar, una de las grandes escritoras francesas de origen belga de comienzos del siglo XX, escribió el Golpe de gracia, donde un joven Alexis se interroga para comprender mejor al mundo en que vive. Alexis se interroga todos los días sobre su forma de vida y la vida que llevan los demás, para intentar salir de una situación que le incomoda sobremanera como es el evidente fracaso de su matrimonio.

La anterior introducción para explicar el golpe de gracia que dio Grecia a la Unión Europea que tanto le ayuda para salir a flote. Los riesgos del  neopopulismo de izquierda en el cual están cayendo no solamente Grecia y España con Podemos, sino toda Europa, consisten en, precisamente, el debate entre la fantasía que propone Yourcenar o la realidad.

El Dr. José Manuel Restrepo Abondano comentó al respecto: “A diferencia de muchos de los primeros, en este caso quienes acompañaron a Tsipras sabían perfectamente a qué se enfrentaban. Todo lo anterior supremamente atractivo pero de nuevo no financiable por nada distinto que las populistas palabras de un candidato”(ver: Grecia: los costos de votar por el populismo 4 de julio, El Espectador). Refiriéndose, el Dr. Restrepo, al fantasioso plan electoral de Tsipras. Ahí, están las consecuencias de la fantasía del joven Alexis Tsipras vs. la realidad de los griegos.

Como en las costas del Mediterráneo se vive tan bien, no importa el costo que esto conlleva, vivir bien para los griegos significó que uno de los principales hospitales de Atenas llegó a tener 45 jardineros en su nómina oficial. Algunos organismos estatales contaban con 50 conductores por coche. Con las horas extras los griegos ganaban hasta 70.000 euros al año. Uno de cada cuatro trabajadores oficiales no pagaba impuestos. Pagos a jubilados que llevaban muertos hace años. En la isla griega de Zakintohs de 39.000 habitantes, más de 700 se declararon ciegos para cobrar una pensión especial y el metro de Atenas, antes de la crisis, tenía un déficit superior a los 500 millones de euros mientras sus ingresos no superaban los 90 millones.

Lo que no es nuestro hagámoslo fiesta. Los griegos pensaron que podían vivir bien por cuenta de un Estado derrochón, como diría Alvaro Uribe.

Al cierre de esta columna de opinión, al parecer Tsipras regresó a Atenas con el rabo entre las piernas. Con un evidente infarto en el miocardio político que le costará muy caro a él, y a los griegos por la irresponsabilidad de sus gobernantes. Y, de los griegos también, teniendo en cuenta que son ellos quienes eligen a sus gobernantes.

Así como los griegos creyeron que podían vivir de sus fantasías, los colombianos deberán despertarse. Cuando se despierten y vean las cifras económicas que nos está dejando JMS de su buen gobierno, el golpe frente a la realidad será muy duro.

Puntilla. ¡Que! depresión tan infinita, Petro Gustavo.

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI