Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Enero de 2015

“El festival de la Macarena, hermoso”

Atalaya

Y de pie, te canto salud

Estando  en Manizales durante la sesenta feria taurina, me acordé de don Juan Pablo Uribe quien se hacía siempre en su puesto de barrera, primera fila, tendido de sombra, en la Plaza de Toros de la Santamaría. Por lo tanto, va para el Dr. Juan Pablo un saludo taurino.

Yo, no logro entender cómo fue que se construyó, y se construye, Manizales en medio de una falda de una montaña que más bien se parece a un chorizo de una bandeja paisa. Tal vez, por esa condición geográfica, los manizaleños son como son: emprendedores y con una actitud desafiante frente a la vida (nada más desafiante que un chorizo de una bandeja paisa).

En cuanto a las tres corridas que asistí, el festival de la Macarena: hermoso desde todo punto de vista. ¡Qué civismo! Qué respeto por sus tradiciones católicas y taurinas. Cómo son de hermosas  y elegantes sus mujeres.

El primero, un novillo toro de noble trapío. Sin demeritar su faena. ¡Qué hermosura de pases! Esos “rodillones” con la muleta. En el segundo, un pastueño que se dejaba lidiar. El Juli hace ver que todo lo que sucede en el ruedo sea fácil. Qué suavidad. Qué muñeca. Cómo bajó la muleta. Impresionante. Se le deben dar las gracias al Juli por todo lo que representa para la fiesta brava. Gracias al Juli, la fiesta brava es lo que es.

Sobre los toros de Cesar Rincón; César deberá revisar lo que está sucediendo en su finca, personalmente, porque es normal que un toro salga defectuoso. Lo que no es normal es que cinco toros, bien presentados, salgan defectuosos.

En mi humilde opinión, si los toros están flojos de remos debe de ser por tres circunstancias: o están bajos de potasio; o la finca de César no posee las pendientes de 30 o 40 grados de inclinación para que los toros en su etapa de crecimiento cuenten con el trote necesario con el fin de fortalecer sus remos; o es un problema genético, lo cual sería gravísimo.

Una recomendación final para el noble pueblo de Manizales. Si se quieren convertir en una Plaza de Toros tanto su público, como su presidente, deberían ser más serios. En 24 toros no vi una sola pica. Y los toros indultados no merecían ser indultados.

Pero, como en Colombia nos pasamos la ley por la faja lo que hizo el presidente, con minúscula, de la plaza en el toro del Juli que se lesionó la mano una vez picado, fue el fiel reflejo de cómo se viola la ley en Colombia con tal de complacer al público. Y de pie, te canto salud.

Puntilla. Algo similar al fiscal Montealegre, quien se hace el de la vista alegre con el caso de AGH acomodando la justicia y la ley al gusto del presidente de turno.

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI