Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 30 de Octubre de 2014

El Petro caos XV

 

Parece increíble que le tenga que dedicar 15 columnas en menos de dos años y medio a un alcalde de Bogotá. Pero, parece más increíble, como dirían Fernández y Fernández en Tintín, es que un Alcalde Mayor a quien lo cobija el Código Disciplinario Único orquestado para controlar a todos los funcionarios públicos y diseñado por el actual fiscal Montealegre, quien definitivamente se sigue haciendo el de la vista alegre con el caso de AGH; siga siendo alcalde de la ciudad más importante del país después de ser sancionado, multado y embargadas sus cuentas.

¿Los bogotanos nos merecemos todo lo que nos está pasando? ¿Cómo es posible que una ciudad como Bogotá, con un presupuesto superior al de varios países centroamericanos, esté siendo manejada a las patadas y la clase política bogotana lo permita?

¿Cómo es posible que jóvenes como Luna, Galán chiquito, la Parody, el mismo senador Galán; de paso: yo no entiendo cómo un hijo del inmolado líder asesinado por el narcotráfico promueve el consumo de una sustancia que genera el narcotráfico; permitan todo lo que está sucediendo en la ciudad?

El último paro de transportes, originado por una medida arbitraria como son todas las medidas que toman los gobernantes comunistas,  no solamente afectó a una parte de la sociedad que siente vulnerados sus derechos fundamentales, el más fundamental de todos: el del trabajo. También, afectó a todos los ciudadanos de a  pie, como el suscrito, quienes tuvimos que salir más temprano para alcanzar algún medio de transporte. Lo que está pasando con el SITP y Transmilenio no es más que la apropiación de la actividad económica por parte del Gobierno central, al mejor estilo del comunismo de Marx. Pero, la sociedad colombiana no quiere ver todo lo que son capaces estos señores. Con los toros, fue exactamente lo mismo. Con el aseo, igual.

Llevamos 12 años con la izquierda en el poder. Los bogotanos debemos ser conscientes de que otro Petro bis será nefasto para la ciudad y todos los que se presten para ello llevarán esa responsabilidad sobre sus espaldas.  

Si los bogotanos no nos ponemos las pilas para evitar lo que se nos viene, después no se quejen porque verán lo que hace el comunismo con sus propios ojos. De hecho, ya lo están viendo.

Y, ahora con Hollman Churris a la Alcaldía, como para qué más. Y, Rafael Pardo hablando del posconflicto en Bogotá. Y, ¿Germán Vargas? Bien, gracias.

Y, si los niños de Iván llegan al poder a María Isabel le sabrá ese sapo que se tragó a lo que sabemos… Por algo será que el sentido común, es el menos común de los sentidos. Eso, se ve tanto en Bogotá, como en el país.

Puntilla. Por cuenta de la campaña de soy capaz, dejé de consumir Choco Ramo y Coca-Cola y bajé cinco kilos de peso.

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI