Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 21 de Mayo de 2015

ATALAYA

De monseñores, líbranos Señor

DURANTE  el clásico entre River Plate y Boca Juniors, el comentador de Fox Sports, con un tono lacónico y de desolación, comentó cuando los jugadores de ambos equipos no querían salir del campo de fútbol en una muestra de arrogancia infinita que “este episodio es vergonzoso porque nos están viendo a nivel local, internacional, la imagen que están dejando estos protagonistas es vergonzosa, es la ruina moral de la Argentina”.

Ya me referiré a la ruina moral en que ha caído Argentina gracias al comunismo rampante de Cristina K quien ha dejado completamente en la inopia al pueblo argentino.

En la presente columna de opinión vayamos al grano, como dicen los dermatólogos. El exsecretario de la Conferencia Episcopal Colombiana y actual obispo de Fontibón, m (con minúscula) Juan Vicente Córdoba, sorprendió con sus declaraciones con respecto al matrimonio igualitario y parejas homosexuales durante su participación en el foro de “Adopción y Matrimonio Igualitario” realizado en la Universidad de los Andes en Bogotá.

Cabe recordar que, cuando m. Córdoba se desempeñaba como Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia pidió a la Corte Constitucional que no accediera a la demanda contra el Código Civil que busca validar las uniones de personas del mismo sexo.

Sus sorpresivas declaraciones, no solamente ofenden a la comunidad católica a la cual pertenezco sino que, además, parecieran desconocer la doctrina con respecto al orden natural de la vida que con tanto empeño se ha defendido durante los tiempos modernos libertarios y progresistas en que nos encontramos donde todo quiere ser permitido.

Las reacciones en Twitter no se hicieron esperar: “Ahora resulta que m. Córdoba habla de: penes, vaginas, mariconcitos, hermanos homosexuales y lesbianas...Un cambio de lenguaje del cielo a la tierra” @carlosduque.

Al paso que vamos, en el mundo progresista de caverna en el cual nos encontramos, los pecadores seremos quienes defendemos el orden natural preestablecido entre el hombre y una mujer y quienes nos oponemos a esa paz de JMS Kerensky.

Entre m. Castro quien dice que “Timochenko, un personaje con más de 160 órdenes de captura, todo un angelito de la paz, está bien que vaya a Cuba”; y, para la vergüenza católica, m. Córdoba quien sostiene que “no sabemos si alguno de los discípulos (de Jesús) era mariconcito o no o si María Magdalena era lesbiana o floja de piernas”, líbranos Señor.

Yo, ya no sé qué ofende más. Si quienes están negociando la paz en La Habana con unos “hps”, como bien dice Gustavo Gómez en contra de la voluntad del 80% de los colombianos, o m. Córdoba y m. Castro con sus declaraciones, ¿malintencionadas?

Al parecer, la ruina moral también llegó a la Iglesia Católica colombiana. De los monseñores Castro y Córdoba, líbranos Señor de todo mal, amén. Así no se puede, monseñores.

Puntilla. ¿Quién renuncia primero: Germán Vargas o Mauricio Cárdenas? Averígüelo, Vargas.

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI