El espejo de Venezuela
Si los alemanes de la República de Weimar hubieran querido contar con un prólogo para su nueva Constitución, bien podrían trasladarse al futuro de la Latinoamérica de hoy. Con solamente, trasladarse a la Venezuela del 2013 o a la Colombia de JMS, tendrían. ¡Caramba! Si los alumnos salieron aventajados a sus maestros.
Por un lado se encuentran los juristas del horror. Los honorables magistrados de la Corte Suprema de Justicia, junto con el poder judicial, socavando a la Nación hasta más no poder con tal de que los angelitos de Iván obtengan toda la impunidad posible. Los niños de Iván serán los nuevos adalides de la democracia colombiana, por el criterio de selectividad que nos quiere imponer el señor fiscal Montealegre.
No deja de sorprender la posición del señor fiscal Montealegre frente a su criterio de selectividad. ¿Por qué no se le aplicó este mismo criterio a Mancuso y los demás? ¿Cuál es la diferencia entre los niños de Iván y Mancuso? ¿Por qué la sociedad colombiana le aplicó toda la justicia, y con rigor a Mancuso pero pretende ser selectiva con los niños de Iván? La verdad: no lo entiendo.
No dejan de sorprender las declaraciones del magistrado Pretelt en la entrevista de Yamid Amat al diario oficial del régimen santista, El Tiempo.
El magistrado Pretel, con respecto al Marco Jurídico para la Paz, dijo que: “La Corte emitirá un concepto jurídico y un concepto político”. Es decir, que el fallo final ya está cantado. Lo demás es una farsa. Nuestros magistrados olvidarán la razón de ser de la jurisprudencia para convertirse en unos políticos.
En la República de Weimar sucedió algo similar. La Corte Suprema del Reigh, junto con toda la clase política y social alemana, se prestó para la llegada de Hitler al poder tomando decisiones políticas en vez de jurídicas. Recientemente, Ángela Merkel hizo un llamado de atención a la sociedad alemana con respecto a su complicidad en el acenso de Hilter. Una vez Hitler libre de todas sus culpas, el Partido Nacional Socialista se demoró tan solo un año para llegar al poder.
¿Pretenden hacer lo mismo con los niños de Iván? Liberarlos de todas las culpas para que lleguen al poder. ¿Por qué no lo permitieron con Mancuso?
Teniendo dos espejos: el de los Montoneros en la Argentina y el de Venezuela; la sociedad política colombiana, junto con el poder judicial, junto con los medios de comunicación untados de la mermelada oficial, no quiere ver lo que se nos viene pierna arriba. Cuando el alacrán muestre sus espuelas con todo su veneno, no tendremos capacidad de reacción. El efecto del veneno será letal.
Y, para rematar, Vivanco aduciendo que generará impunidad.
Puntilla. ¿Los 21 soldados deben ser vistos como el costo de los colombianos por la paz? ¿Qué tal que uno de esos cadáveres fuera su hijo Esteban, señor Santos?