Los diputados del Valle

El concejal John Jairo Hoyos hizo un llamado al Gobierno Nacional y a las Farc:“Hoy, reclamamos que el proceso de paz que se adelanta en La Habana, Cuba, se construya sobre bases sólidas y la más fuerte es la verdad, además de la reparación a las víctimas, aquellos que sufrieron el dolor y de alguna manera compensar el daño causado”.

Recuerdo ese día, perfectamente. Bien temprano por la mañana escuché la voz de Álvaro Leyva rezando un Padre Nuestro. Se me encogieron las tripas. La rabia y la furia se apoderaron de mí. Ingresé a la Iglesia de la Porciúncula en la calle 72 con carrera 11 a llorar. Mis lágrimas no paraban.

Sigifredo López se salvó de milagro. Vaya usted a saber por qué. Llego a creer que por obra y gracia de Dios. ¿Cuál otra explicación hay para que Sigifredo se salvara?

Seis años después los niños de Iván, con Pablo Catatumbo una persona que le hizo daño al Cauca hasta más no poder, están en Cuba. Con gastos pagos por el Gobierno colombiano. ¿En cuánto irá esa cuentica?

No contentos con arruinar al Cauca, al Chocó lo tienen en la ruina. Ahora, se la montan a Ituango. En el Catatumbo, piden zonas de reserva campesina. ¡Hágame el favor! Hasta donde llegaremos. Muchas gracias por ese primer acuerdo.

Si los niños de Iván quieren la paz, lo primero que deberían proponer, con humildad, sería un perdón a las víctimas por todo el dolor causado.

El perdón tiene un significado especial cuando se ofrece de verdad. Con humildad. Con sinceridad. Lo que llaman la enmienda. Enmendar en la vida las faltas cometidas tiene un significado muy importante para la persona que ha sido víctima de algún atropello. Aún más, cuando se trata de asesinatos, secuestros,  extorsiones y demás.

¿Que llegaría a pasar si Iván Márquez en vez de esa arrogancia que lo inunda a él y a su grupo, un lunes a las 8.00 a.m. sale con un comunicado de prensa diciendo que les pide perdón a las más de 10.000 madres de soldados y policías que perdieron su vida durante el conflicto armado con las Farc?

Pero no. Será mucho pedir. Están más arrogantes que nunca. Y el señor Santos Chamberlain, el autista, firmará la “paz” a cualquier precio. O, se hace el pendejo. También, cabe esa posibilidad.

Finalmente, no se entiende el cómo la sociedad colombiana pide condena a las Auc, pero está dispuesta a otorgar impunidad a las Farc y todos sus secuaces. ¿Cuál es la diferencia entre las Auc y las Farc?

Puntilla. La Alcaldía Mayor de Bogotá está realizando una encuesta telefónica. Cuando usted contesta le preguntan: Usted qué opina de Gustavo Petro y de Alejandro Ordóñez. ¿Eso no es peculado? ¿Fidel Cano, no necesitará de un lomotil? Por aquello del Uribe es history.