Raymond Santos, el autista
Me vi Rain Man, de nuevo. La película interpretada por Tom Cruise yDustin Hoffman. El argumento es el siguiente: Al morir su padre, Charly descubre que tiene un hermano mayor, autista, Raymond, internado en una clínica psiquiátrica a quien su progenitor le dejó toda su fortuna.
Cuando terminé, me encontré con el noticiero NP&. Es curioso: durante el gobierno de JMS, el libertario, primero le quisieron pegar un envión a La Luciérnaga, después fue José Obdulio, luego Pacho Santos, su primo, después Juan Paz y ahora el NP&.
En el exnoticiero apareció uno de los muñecos imitando a Santos y a Uribe. Las imitaciones eran idénticas. Cuando Santos abre la nevera, aparece Uribe quien le dice: “Usted cómo se puede ir a dormir con el país estando como está”. Santos, se pone los dedos en las orejas y dice: “No oigo, no veo, no entiendo”.
Al igual que Raymond, quien decide no escuchar cuando Charly le propone un negocio oscuro; Santos decide no oír, no ver, no entender la voluntad de todos los colombianos que votamos por él y que, contrario a Charly, le propusimos un negocio limpio y digno.
Por ejemplo: cuando el 80 por ciento de los colombianos estamos en desacuerdo con la impunidad a los niños de Iván, JMS decide llevar la contraria. Cuando la mayoría de los colombianos no queremos ver a los niños de Iván en el Congreso de la República, Santos lleva la contraria.
Se tiene que estar o ciego o imbécil, como el mismo Santos escribiría en el otrora Tiempo, para no ver lo que está sucediendo en el país, en Venezuela o en la región. ¡Qué tal! las últimas de la infanta Cristina en Argentina.
Santos, malgastó su fortuna heredada jugando mal. Con muy malas amistades. Pateando la lonchera muy feo. Muy retrechero. Con una falta de gratitud infinita por Uribe. Pero más que gratitud, lealtad.
Con el sol a sus espaldas, y con el elefante a cuestas, no entiendo cómo Santos no logra remontar en lo que más le interesa: su rancia y frívola imagen. Sobre todo, después de los calzoncillos como diría Felipe Zuleta.
A pesar de la mermelada oficial para los rancios y frívolos medios de comunicación bogotanos, Santos no remonta.
Tanta incoherencia y deslealtad de Santos, la están pagando sus ministros como el joven y valiente Pinzón. La falta de coherencia pero, sobre todo, la deslealtad hacia Uribe le pasarán a JMS una cuenta de cobro muy fuerte en lo que más le duele: en su imagen.
Al final, Charly termina pidiéndole perdón a Raymond. ¿Santos, el autista, le pedirá perdón a Uribe?
Puntilla. María Corina Machado salió del quirófano, con cuatro roturas en su cara. La señora Canciller Holguín ni siquiera se solidarizó con ella. Pastrana es quien defiende a Uribe. ¿Cómo hará Germán Vargas para defender lo que no se puede defender?