Gimnasio La Montaña
Ha celebrado el pasado viernes 31 de mayo sus primeros 25 años de labores el Colegio Gimnasio La Montaña, en Bogotá. Fundado por Lucila de Brigard, María Mercedes de Brigard y Leopoldo García, este colegio nació con el ideal de la excelencia en todo sentido y los resultados han sido extraordinarios. Se inscribe la fundación de esta institución dentro de una especie de ola de creación de nuevos colegios que se dio en Bogotá hace unas tres décadas y que le aportó a la educación en la capital los que quizás hoy son los mejores centros educativos de la ciudad. Como dato curioso hay que mencionar los nombres ligados a la naturaleza que asumieron muchos de ellos.
La Montaña ha sido un colegio que ha recogido dentro de su proyecto, en forma muy clara y decidida, una serie de líneas que han fructificado en unos alumnos y alumnas de las mejores calidades. Dichas líneas han dibujado una institución con un nivel académico de primer orden que lo ha llevado a ocupar por años los primeros puestos en las clasificaciones del Icfes. También lleva el colegio un trazo de formación humanística cristiana muy profundo que le ha permitido proyectarse fuertemente en el campo social con acciones concretas a favor de gentes muy necesitadas. Nutre el ideal del colegio un sincero amor por el país, evitando idealizar latitudes lejanas. El proyecto que ha construido el Gimnasio La Montaña es sin duda integral y esto le ha dado posición de renombre en la educación que se imparte en Bogotá.
Esta celebración, que no solo es de años, sino de frutos logrados, nos recuerda de manera clara que sí es posible, pero sobre todo necesario, hacer proyectos de primera calidad en todos los ámbitos de la vida nacional. No es una cuestión únicamente de dinero pues con frecuencia las instituciones de mala calidad son las que más costosas le resultan a la sociedad. Actuar con calidad y excelencia en Colombia es navegar muchas veces contra corriente, pero vale la pena y es también la única salida para construir un nuevo país. Vale la pena destacar, y por eso lo hacemos, obras bien hechas y sobre todo cuando están dedicadas a las personas directamente. El Gimnasio La Montaña llega a sus bodas de plata con estándares óptimos de calidad en todo sentido. Con mil obras así cambiamos el país.