NUEVOS MANDATARIOS LOCALES Y DEPARTAMENTALES

Gobiernos de arcilla

“La educación, tema de poco interés”

 
ES  inevitable en estos días escuchar las palabras de los nuevos gobernantes locales, llámense alcaldes o gobernadores. En sus discursos prima la arcilla, amén del concreto y los "corredores viales", expresión seguramente acuñada por el General Palomino. Sobre educación se les ve erráticos y aparte de frases manoseadas, se nota que el tema sigue siendo de poco interés realmente. Lo demás es lo de siempre y seguramente en la mayoría de los casos terminará en lo de siempre. Algo harán de bueno y perdurable y será menester reconocerlo cuando el concreto haya fraguado y la arcilla se haya convertido en muros de colegios y otros edificios públicos.
No obstante tantos comportamientos complejos de la población colombiana, no aparece en los discursos de la nueva burocracia algo que haga alusión al desarrollo y evolución de esta persona que habita esta Nación. No hay aspiración entre alcaldes y gobernadores de lograr que los colombianos nos comportemos de maneras distintas en tantos campos donde parece absolutamente necesario. No hay párrafos dedicados a la ética, a la ciudadanía, a la solidaridad, a la cultura común. Todo es mezclar arena y cemento, de vez en cuando algo de hierro y a pegar ladrillos se dijo. 
A los gobernantes salientes siempre los acompaña un hastío de la colombianidad, a la cual, a la larga, perciben como ingobernable, desordenada, esquiva de la ley, quejumbrosa y poco colaboradora. Algunos incluso, luego de gobernar, prefieren dejar el país. Por algo será. Lo que queda tras el paso de estos últimos y la llegada pomposa de los nuevos mandatarios locales, es la clara sensación de que en el fondo todos quieren que siga lo mismo y con los mismos y quizás los ciudadanos, pese a nuestros lamentos, no esperemos nada nuevo. Y eso de pensar en un hombre y una mujer nuevos para un país nuevo, dirán, dejémoslo para los idealistas y soñadores. Por eso digo que son gobiernos y quizás una Nación con pies de arcilla. Algún día nada será igual.