En estos días muchos se preguntan si las Farc pueden participar en política sin haber pasado por la Jurisdicción especial de paz (Jep). Para algunos la participación en política de las Farc sin haber pasado por la justicia es ilegal e inconveniente, para otros es la consecuencia lógica del acuerdo de paz con el Gobierno.
Por un lado quienes creen que las Farc deben pasar primero por la justicia lo argumentan manifestando que las Farc deben pagar por los delitos cometidos durante el conflicto y que no se les puede premiar con su participación en política sin pasar por un proceso de justicia.
Por otra parte, quienes creen que las Farc pueden participar en política sin haber pasado por la Jep, se amparan en los acuerdos que les quita la inhabilidad para participar aunque no la incompatibilidad. De acuerdo, con Rodrigo Rivera, Comisionado de paz, los miembros de las Farc que queden en el gobierno pueden ser retirados de sus funciones si la Jep así lo requiere por su responsabilidad en los delitos cometidos durante el conflicto armado.
Es necesario ver que las Farc se sometieron a un acuerdo de paz, dejaron sus armas, entregaron inventarios de sus bienes con la posibilidad de participar en política y cesar con su vida clandestina para reincorporarse a la vida civil.
No habrá impunidad, sino que las Farc tendrán que responder ante la Jep y decir la verdad y reparar a las víctimas del conflicto. Es entendible que la gente se incomode y se escandalice ante la participación en política de las Farc sin pasar por la Jep, pero tenemos que ver que es mejor que las Farc estén participando en política, aunque sin mucho éxito y apoyo popular, a que estén en las montañas de Colombia secuestrando, extorsionando, participando del narcotráfico, reclutando menores, etc.
Hace poco se anunció que Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, será el candidato a la Presidencia por parte de las Farc. La pregunta es si tendrá el apoyo suficiente como para ganarla. Probablemente no tenga el apoyo para alcanzar la Presidencia, pero estará dándole un mensaje al mundo de cambiar los fusiles por los discursos. Aunque las Farc no tengan gran apoyo popular, se les está ofreciendo la oportunidad de participar y de defender sus ideas, aunque muchos no las compartamos y estemos en nuestro derecho de defender nuestras posturas en los espacios que permite la democracia.
La paz tiene un precio, y este precio es tener que ver a las Farc participando en política. Puede que no les apoyemos, que no les votemos, pero tendremos que acostumbrarnos con que las Farc serán un nuevo actor de la vida política colombiana. Lo mejor ante esto es participar y derrotarlos democráticamente, despertarnos para apoyar partidos que con ideas sensatas derroten las ideas de las Farc. La gran ventaja es que las Farc tienen muy baja popularidad y es muy probable que no alcancen un mayor éxito en las urnas.
@feliperangel81