“El lobo con piel de oveja”
PROCESO CONTRA EL TIEMPO
Máscaras para la paz
Ahora resulta que las Farc no son narcotraficantes; son una fuerza política. Eso nos dicen las Farc y el Gobierno. Sin embargo, el informe de la DEA denunció que las Farc siguen siendo agentes del narcotráfico. Los carteles mexicanos de los Zetas, hermanos Beltrán Leyva, Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, liderado por ‘Chapo’ Guzmán, dominan el paso de la frontera y los mercados en el país del Norte, y los Urabeños -hoy los mayores exportadores de cocaína- y las Farc les entregan en Centroamérica la cocaína. Son socios. Sostiene la DEA que Urabeños y Farc “han incrementado el tráfico de droga en el Caribe en los últimos tres años”; precisamente los tres años de la negociación de La Habana.
Acertadamente el expresidente Pastrana exigió que las Farc denuncien a todos sus socios del narcotráfico, y revelen las rutas por donde mueven sus cargamentos de cocaína. Rodrigo Granda aludió a la presencia de países garantes para demostrar que no son narcotraficantes y respondió que las Farc no son una organización de narcotráfico, sino una fuerza política.
Salvo alguna incidencia en elecciones -mediante presión armada- y la utilización de esas fichas elegidas para apoderarse de los recursos públicos, incluso de la salud, no conozco la trayectoria política de las Farc. En ninguna parte, la población los quiere o se siente representada por su actuación criminal. Cuando hay presencia estatal que garantice la seguridad en las votaciones, masivamente las comunidades los derrotan; por ejemplo, el Sumapaz, el sur del Tolima, Argelia (Cauca). Aquello se explica pues no es posible encontrar ninguna conquista de las Farc a favor de los colombianos. Lo de “fuerza política” es una nueva máscara para esconder la realidad y obtener beneficios.
Pretenden las Farc que el Gobierno les asigne curules en todos los municipios y corporaciones colegiadas -lo que no tiene ningún partido en Colombia-. Sostienen que no pueden sino aspirar a eso, que sería de alguna manera equivalente al poder político que hoy ostentan. Dicen que es necesario hacerlo así, pues no habrá elecciones hasta dentro de 3 años y por lo tanto no pueden simplemente entregar las armas y perder su poder “político”. Es cuestión de tiempo que el complaciente Gobierno acepte.
Lo de las curules inmediatas es también una forma efectiva para eludir el sometimiento a la justicia. Pretenden tener primero las curules que el juicio, y eso que en el procedimiento concertado basta con una banal descripción de todas sus atrocidades para haber cumplido con la justicia y las víctimas.
Todo en este proceso va contra el tiempo, y con el argumento de que la paz ya viene se avalan todas las trampas: se destruye la Constitución, se regala la representación política, y se burla la justicia. Uno es lo que son sus hechos, no lo que pretende; pero este es el proceso de las máscaras. Los disfraces se tratan como ciertos. El lobo con piel de oveja -a todas luces lobo- no puede ser alimentado con hierba y por más que se cepille la lana; el colmillo atacará.