MIRADOR
Mal comienzo
“Es inminente un nuevo ciclo de dinero caro”
El país luce mal, la economía peor. Comienza febrero con pobres indicadores de confianza, incrementos hasta del 20% en productos de la canasta familiar, 2,1 millones de desempleados, 10 millones de personas en informalidad, descuadre fiscal, incertidumbre petrolera y por tasa de cambio, y crecimiento económico menor al 3% anual.
En medio del aumento de los precios finales al consumidor, caída del ingreso, nerviosismo por una nueva reforma tributaria, menores reintegros por exportaciones y pérdida de empleo en hidrocarburos es inminente un nuevo ciclo de dinero caro.
Las tasas de interés por créditos bancarios van a subir irremediablemente este primer trimestre.
El costo del dinero vuelve a encarecerse por cuenta del aumento de los tipos de referencia por parte de la Junta del Banco de la República.
El aumento en las tasas de interés llega en un momento complicado para el país, la economía y los hogares.
Los colombianos, empresas y consumidores, van a tener que pagar más caro por los créditos que contraten a partir de febrero en las entidades financieras.
En la medida que la Junta de codirectores del Emisor suba las tasas de interés de referencia, también van a elevarse los costos del crédito en bancos.
A mayores intereses, más riesgos de incumplir pagos y de entrar en mora. Con costos del dinero en subida, las personas deben pensarlo bien antes de ir por un nuevo crédito comercial o de consumo.
Igualmente, quienes hoy disponen de depósitos bancarios en fondos de inversión o CDTs, van a ganar mayor rentabilidad que el año pasado.
El ahorro del público en las entidades financieras va a remunerar un poco más.
Los fondos de inversión o carteras colectivas que en 2015 pagaron en promedio 2,50% efectivo anual, hoy están remunerando un poco más del 4%.
Una anotación frente a la actual coyuntura de debilitamiento económico global y flaco crecimiento en Colombia: no es tiempo de hablarle al país de mayores impuestos, ¡ni más faltaba!
Exministros de Hacienda, expertos tributarios, analistas y fundaciones señalan que es mejor no aplazar el trámite en el Congreso de la Reforma Tributaria estructural. Aducen que el plato está vacío y que en finanzas públicas no hay un centavo para ahorrar.
Sin embargo, es peligroso e irresponsable socialmente jugar con candela tributaria.
La economía no está saludable hoy para soportar el estrés de nuevos y caros impuestos. No ahora.