Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Diciembre de 2015

MIRADOR

Al cierre

“Cinco puntos que mueven  la opinión”

 

Como lo que no se hizo no será, el país inicia la despedida del año con cinco puntos cardinales que podrían reorientar el rumbo nacional.

 

El primer punto pasa por el prolongado aumento del desempleo, pues si bien se siguen creando puestos de trabajo, la desocupación no cede, al contrario, intranquiliza.

 

El segundo tema tiene relación con el comienzo la próxima semana de la concertación tripartita sobre salario mínimo para 2016, con el complique para las partes de comenzar las negociaciones en medio de una economía que crece, pero poco.

 

El tercer aspecto pasa precisamente por el menor crecimiento de la economía este año, en un escenario de mayor costo de vida, fuerte devaluación, debilitamiento del agro e incertidumbre global por los precios del petróleo.

 

Las obras civiles, su culminación, plena ejecución y puestas en funcionamiento marcan el cuarto punto del mapa de prioridades al cierre de 2015. En efecto, el programa de inversiones en infraestructura ha sido robusto este año, pero los colombianos necesitan saber qué se hizo, qué se cumplió, qué se pagó y que se puso en marcha.

 

La expectativa entre ricos y pobres, empresarios y consumidores, por el anuncio de una nueva reforma tributaria que será inevitable el próximo año, determina la quinta preocupación.

 

Son cinto puntos clave que mueven hoy la opinión nacional.

 

Incluso, se le podría agregar otro ingrediente, aún no cocinado en el menú de inquietudes: los diálogos de paz con la guerrilla de las Farc en Cuba, un tema que inspira sentimientos encontrados este diciembre, entre quienes creen optimistas que se firmará la paz y los que consideran que la resolución del conflicto armado no puede pactarse a cualquier precio.

 

Así las cosas, este jueves los colombianos nos alistamos para el fin del año con la mira puesta en lo que vendrá en cuanto a los asuntos ya referidos.

 

Una mirada al 2016 con relativa confianza en las instituciones, con un Gobierno digno de crédito en sus esfuerzos por lograr la pacificación, el desarme de la subversión, y al mismo tiempo,  reactivar la economía con nuevos empleos.

 

Escasas cuatro semanas son insuficientes para enderezar las cargas, pero no por ello hay que bajar la guardia ni claudicar en el empeño de una Colombia segura, próspera, con fuentes de empleo y salario digno.

 

Lo que se hizo puede mejorarse, la noticia de cierre puede ser mejor.