ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Noviembre de 2015

MIRADOR

Sincerarnos

“El 2016 llegará con carga impositiva”

 

EL año 2016 va a ser de duras y costosas cargas impositivas para el grueso de colombianos.

En consecuencia, es necesario enviar un mensaje sincero y directo a los ciudadanos en el sentido de que vendrán sacrificios fiscales que impactarán el bolsillo.

Sincerarnos es la vía más directa para prepararnos en materia de impuestos. No conviene dejar una rara sensación de incertidumbre ni desinformación frente a lo que tendremos que asumir para cuadrar las cuentas del Gobierno en los próximos años.

No solo será complicado el 2016, sino también los años venideros por cuenta del costo del posconflicto y el faltante en las finanzas públicas.

Los hogares requieren la verdad, no a medias, la quieren plena. Más que informarles sobre déficit en cuenta corriente, caída en exportaciones, descuadre en balanza comercial y necesidades presupuestales para atender inversión, necesitan precisiones sobre lo que viene en impuestos.

Decirles que a partir del año entrante habrá apretón fiscal, pero no solo por parte del Gobierno, también de todos los colombianos responsables de declarar.

Contarles que lo que viene no será fácil ni barato.

Indicarles que habrá una nueva y costosa reforma tributaria que de una u otra manera tocará el ingreso de todos.

Se requieren más de 5 billones de pesos para atender necesidades del presupuesto general, es decir, funcionamiento del Estado.

Igualmente, hay que señalarles a los contribuyentes que de firmarse la paz con las Farc se van a requerir varios billones de pesos, 5 o más, para respaldar los programas de convivencia, pacificación, reintegración y asistencia del posconflicto.

Serán entonces dos caminos espinosos que tendremos que andar a partir del año venidero. Conseguir más plata para funcionamiento del Estado, y lograr los recursos necesarios para pagar el posconflicto en todas sus expresiones.

Las arcas del Gobierno están mermadas y se anuncia el trámite en el Congreso de un nuevo proyecto de ley sobre reforma tributaria estructural. Hay unos expertos trabajando en el documento final que será llevado en marzo próximo a consideración de las dos cámaras.

Parece ineludible ampliar el IVA a más productos de la canasta familiar, incrementar tarifas, gravar dividendos o utilidades, remover gabelas y beneficios tributarios y ampliar el número de contribuyentes.

No parece sensato tramitar tantas reformas tributarias si queremos atraer nuevas inversiones y garantizar reglas de juego estables a los empresarios.

Mejor sincerarnos, aunque duela.