Mal tiempo
Sin llamar al pesimismo, cabe reconocer que el país político, económico y social, pasa un mal momento. No caer en histeria ni en depresión, menos en estrés, pero sí es preciso reconocer que hay puntos negros en el mapa nacional, y urge llegar a ellos y generar confianza.
Veamos. La industria colombiana no anda bien y reconocerlo es objetivo, no dañino para nadie. No puede acusarse al presidente de la ANDI de estar diciendo necedades ni inventando cuentos. El gremio empresarial está reportando la opinión de los hombres de negocios que representa. Ellos dicen que el primer semestre de este año fue duro para las empresas y que de no darse correctivos, va a ser peor el resto del año. Una recomendación del gremio industrial es que se firmaron muchos tratados de libre comercio sin preparar la casa, sin poner en órbita los satélites de tecnología, innovación, ciencia e infraestructura. Y eso es cierto.
Es como llevar mucho mercado a casa y no tener nevera. Es como comprar los muebles y no tener a donde llevarlos. Se ensilló la bestia sin tener jinete.
Infraestructura colombiana es pobre, absurda, vergonzante, precaria y obsoleta, de hace 100 años. Lo que se anuncia en megaobras en vital, pero falta hacerlas y bien.
Igualmente, no riñe con la verdad afirmar desde la ANDI que a las compañías no les va bien y que el clima de negocios está enrarecido. Las ventas no crecen a buen ritmo, aumentan inventarios, es baja la rotación de mercancías, la producción no crece, menos las exportaciones, y la facturación es baja.
A su vez, el nivel de la deuda crece para los empresarios por cuenta del complicado escenario del dólar. Le crece el saldo al Gobierno, también a las empresas.
Las firmas competitivas asimilan la trepada del dólar, sacan provecho del diferencial cambiario, las que están rezagadas, hoy padecen la tasa de cambio.
En general, el país pide a gritos una nueva política industrial. Es prioritario repensar, reinventar la industria, fortalecerla, modernizarla y darle combustible para que arranque.
Las condiciones las debe propiciar el Gobierno a través de medidas audaces y oportunas que combinen gestión empresarial y rentabilidad del negocio.
Entorno global es arisco al cambio de la industria. Soplan vientos fuertes de economías ricas que se resisten a sucumbir en medio de su deuda, desempleo, desplome de acciones, crisis pensional, de salud, educación y endeudamiento internacional.
Escenario mundial no ayuda a la reactivación de economía nacional que hace esfuerzos en medio de devaluación, desinfle de la bolsa, bajos precios del petróleo, incertidumbre de hogares y menor consumo.
Desconfianza y nerviosismo, no fatalistas.