ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Lunes, 28 de Abril de 2014

Siesta electoral

 

El jueves inicia mayo, cuenta regresiva para votaciones presidenciales del 25. La sociedad parece ignorar aún las causas y motivos que tendrá para salir a sufragar o no en 4 domingos. El agite electoral luce sombrío ante ausencia de propuestas concretas para enderezar el rumbo nacional. Los candidatos a la primera magistratura muy similares a la dirigencia política que alcanzó escaños en Senado y Cámara: poco o nada de tejido social.

La mayoría de regiones colombianas continúa mostrando quebrantos financieros por cuenta de corrupción pública y privada, y ausencia del Estado en las más apremiantes necesidades de comunidades pobres, marginadas y olvidadas.

Líos judiciales en Bogotá sacan y traen al alcalde Petro, mas no le permiten gerenciar una empresa capital al borde del abismo, inviable e insostenible hoy. En efecto, de tanto irse y volver el alcalde Petro no tiene espacio para administrar la ciudad. ¿Qué elementos permitirán calificar su tarea si no ha tenido tiempo para ejecutar su plan de gobierno? Bien o mal, ¿bajo qué parámetros medirán su paso por la administración? La mejor defensa que él puede hacer es aprovechar su restitución fugaz o duradera y trabajar a fondo por la ciudad. 

Mientras los bogotanos andan sumidos en una especie de letargo por el estancamiento de su capital, igualmente se da un ambiente enrarecido, como de pereza y hastío por la pobreza de campañas electorales. Como para dormirse en las tribunas. Hora de despertar a las masas, de estimular el interés colectivo, de ondear banderas ideológicas y poner a reflexionar a las gentes sobre lo bueno y lo malo de las estrategias de Gobierno de los aspirantes a la Jefatura del Estado.

Parecen agotados los fundamentos programáticos de partidos nuevos y tradicionales. Lucen desgastadas nuevas formas de hacer política. Predominan enfrentamientos, descalificaciones, críticas con o sin sentido y en ocasiones odios y revanchas. Los votantes no viven solo de encuestas. Necesitan ingredientes diarios que les aseguren cocinar sus mejores recetas para el 25 de mayo. Ofensas no, soluciones sí. Reparos no, salidas sí. De lo mismo no, salidas a la crisis sí.

El país merece saber las razones para salir o no a las urnas. Conocer qué hará uno u otro candidato si llega a la Presidencia. En lo social, económico, en garantías jurídicas, en seguridad, en infraestructura, en salud, educación, en deporte y recreación, en fomento al arte, la cultura, ciencia y tecnología, en fomento al campo y asistencia a agricultores, en creación de empleos dignos y estables, en vivienda para los pobres y en presencia del Estado en regiones tan olvidadas que ni los candidatos van.

La nación duerme una siesta electoral. Hay que despertarla con fervor y respeto.