Amarga tentación
Qué hace que los colombianos eventualmente se vean tentados nuevamente por ‘atractivas y tentadoras’ remuneraciones que ofrecen firmas o cooperativas no financieras captadoras de dinero? Sin duda, debe ser la expectativa de obtener mayores ganancias por fuera de la intermediación financiera institucional.
Y qué hace que la gente prefiera tener su plata fuera de las entidades financieras del país? Cuestión de rentabilidad, aun poniendo en riesgo el capital familiar o quedando expuestos a la desaparición de sus fondos que dicen administrar captadoras de dudosa reputación. Surge la pregunta del millón. ¿Vale más ganar a cualquier costo que mantener el ahorro custodiado por entidades reguladas y bajo control de la Superfinanciera?
Preocupa que vuelvan a surgir empresas captadoras de dinero con tasas hasta del 12% efectivo anual por los depósitos del público. Como las tasas de interés han caído en el sistema financiero tanto para crédito como para el ahorro, pequeños y medianos ahorradores e inversionistas le apuestan a obtener mejor renta afuera así conozcan información del riesgo que asumen.
Gobierno deberá ser vigilante, previsivo y tener mano dura para atajar a quienes intentan burlar confianza del consumidor financiero. Los usuarios tienen hoy mayor cultura del ahorro e información sobre cautela en inversiones y no pareciera de nuestro tiempo que todavía haya colombianos que caigan en esa red. Usuarios deberían, antes de poner su plata en una captadora, averiguar si ésta anda o no bajo órbita de la Superfinanciera.
El ejecutivo tiene responsabilidad política de proteger interés de consumidores financieros a través de herramientas cercanas a la gente. Y el usuario también tiene competencias: ser medido y desconfiado a la hora de ir a depositar su dinero en empresas captadoras no financieras que no tienen reportes de solvencia ni supervisión de Superfinanciera. Decir que ahorradores e inversionistas prefieren la desintermediación por culpa de baja renta que obtienen en cuentas, CDts o fondos de inversión, no es sano ni buen negocio. Están a la vista el mercado abierto de capitales donde siguen siendo opción las empresas del sector real, la finca raíz con tasas de interés del 6 y 7% para compra de vivienda media, y claro está, constituir depósitos en bancos donde se gana poco, pero se genera confianza y respaldo.
Ojalá no volvamos a oscuro ciclo de pirámides que engordan sus arcas con dinero de incautos ahorradores. El dinero fácil no es el camino. La sociedad está curtida de amargas experiencias por afán de poner huevos en canasto que más caliente, sin tener en cuenta que el gallinero es artificial.
¿Tasas del 12% efectivo anual por ahorros? De eso no dan todos los días. ¡Qué riesgo feriar patrimonio familiar!