Pese a todo
Vamos rumbo a cerrar un buen año pese a tantos tragos amargos que debió pasar la sociedad por cuenta de corruptos e imprevistos.
Hay sabor agridulce: la economía termina bien, hay liquidez suficiente para atender demanda de crédito, inflación bajo control, costo del dinero barato, los hogares siguen comprando, rotan inventarios, se valorizan finca raíz y acciones del sector real, pero inseguridad, infraestructura, pobreza, desempleo y corrupción, titilan como luces intermitentes en tablero nacional.
El moderado optimismo de los colombianos pasa de castaño a oscuro por focos de corrupción que fundieron este año parte de la confianza y enrarecieron el ambiente político y social. No llegaremos a Navidad o año nuevo sin que descubramos nuevos robos a los recursos públicos. El saqueo estuvo de moda este año. El dinero fácil siguió siendo tentación en un país urgido de inversiones sociales.
La apropiación indebida de fondos puso en apuros a organismos de control. Los medios de comunicación siguen destapando ollas podridas a plena luz del día. Eso hace mella en la confianza ciudadana.
Carreteras inconclusas, la doble calzada a Girardot, nadie sabe cuándo será. Del Túnel de la Línea, nada sabemos. Las vías para la prosperidad entre Bogotá y el puerto de Buenaventura, ¿alguien sabe algo?
Los puertos marítimos y terminales aéreos, una pena. Aduanas obsoletas y de pobre logística. Puntos negros que se corrigen o no seremos competitivos.
Pero aún así, 2012 cerrará relativamente bien, con flujos de capital llegando, inversiones, ensanches, apertura de hoteles y grandes superficies.
El consumo con dinero plástico y tarjetas de marcas privadas se mueve. Las ventas y pedidos en el comercio pintan bien este último bimestre y la industria espera adecuada rotación de inventarios.
Hay temor por eventual desindustrialización. Locomotora del aparato productivo necesita combustible, tecnología, modernización, reducción de cargas laborales y estímulos al empleo. Claves para producir y exportar más.
Los bancos, gracias a manejo prudente del Banco de la República cuentan con liquidez para responder por demanda de nuevos créditos en noviembre y diciembre.
Pago de proveedores, capital de trabajo, nómina, primas, vacaciones y otras comisiones, forman menú de necesidades por estos días.
Las micro, pequeñas y medianas empresas van a requerir nuevos recursos por $ 2 billones durante esta temporada. Para ello contarán con el respaldo del Fondo Nacional de Garantías que en 2012 habrá avalado más de 500 mil créditos por $ 8.3 billones, según su presidente, Juan Carlos Durán. El FNG es fiador de las Mipymes.
Aunque se siente ambiente de intranquilidad ciudadana por trámite de reforma tributaria y más impuestos a los ricos, persiste clima favorable por el rumbo que lleva la economía.
El país marcha, pese a todo.