“Qué más te da, no es comunismo. Que sepan que hay gente que trata de confundirnos...”
Fue Alejandro Sanz, 2003, quien con esta canción expresó todo lo que sentía con respecto a una doctrina económica, como diría el profesor Eric Roll, que se impuso desde finales del siglo XIX. Roll, comenta que a Marx hay que ponerlo en un lugar diferente dentro de la historia de las doctrinas económicas y políticas. Según Roll, en la actualidad se considera a Marx como un economista clásico, pero tanto sus partidarios, como detractores, comentan que sus planteamientos son más los de un político.
Tal vez lo que Marx nunca imaginó fue que todo su movimiento político se convirtiera en una tiranía política al mejor estilo de la Granja de George Orwell donde los cerdos, como Maduro y todo su régimen corrupto y amoral, van acabando con todos los animales de la granja con el fin de sostenerse en el poder como se ha evidenciado durante todo el siglo XX.
El Socialismo Bolivariano del siglo XXI es una clara muestra de lo anterior. Lleva más de 20 años en el poder con el inexplicable silencio cómplice de Michelle Bachellet, calentando silla en la ONU, junto con todos sus compinches del Foro de Sao Pablo, incluido el gran Lula da Silva.
Hugo Chávez Frías, promotor de su doctrina política la cual tuvo sus repercusiones en todo el continente suramericano, caribeño, a tal punto que los nicaragüenses bajo el yugo de Ortega, con su santera señora, viven su propia pesadilla al igual que todos los venezolanos, bolivianos, cubanos bajo la tiranía de los Castro sesenta años después.
Veinte años después, el bravo pueblo venezolano trata de romper el yugo impuesto por Maduro y régimen corrupto y amoral, sin resultados a la vista para que se caiga como el Muro de Berlín.
Lo que Marx nunca imaginó fue que un alumno aventajado de Chávez como lo es Maduro, como lo fue Stalin para Lenin, o Lenin para Stalin, qué más da, llegara a tal punto que convertirse en el mismo verdugo, en el mismo yugo para su propio pueblo.
Teniendo en cuenta que se vienen las elecciones regionales en octubre, sería bueno que los bogotanos reflexionáramos con respecto al espejo que tenemos de Venezuela porque la izquierda carnívora está haciendo una campaña silenciosa pero muy efectiva con el fin de tomarse, de nuevo, el Palacio de Liévano con los resultados de todos conocidos después del Petro Caos.
Prueba de ello, la designación de Ángela Lozano, candidata de la izquierda del Centro Democrático, quién silenciosamente ganó la partida.
Post data: Lo dijo Trump en su discurso a la Nación: Socialismo no es una opción.
Puntilla: Qué decepción tan grande, la del Centro Democrático. Más bien, ¡Qué Papayazo!, ¿“eligen” a una candidata de izquierda para la alcaldía de Bogotá? ¿Disidencias uribistas a la vista?