El incremento en la inseguridad de las grandes ciudades de Colombia es realmente preocupante. En especial en la capital de la República, pero también en las zonas rurales del país. Lo más grave es que en los robos y hurtos que se vienen dando, muchas de las víctimas resultan heridas e incluso muertas.
Y qué decir de los asesinatos que se han venido dando en distintas regiones del territorio nacional, en especial en las zonas con más influencia de la actividad del narcotráfico. Éstas, además de los asesinatos de líderes políticos y sociales, son realmente preocupantes. Y si sumamos la muerte de más de 200 guerrilleros que se acogieron al acuerdo de paz que el gobierno pasado llevó a cabo en La Habana, las cosas se agravan.
Lo inexplicable es que a pesar de todos los problemas que tenemos; generados por la pandemia, hay funcionarios en especial del orden departamental y municipal que aprovechan estas tristes circunstancias para firmar contratos de ayudas humanitarias o de distintos objetos para sacar tajada para ellos o comprando mercados de mala calidad, con precios superiores a los del mercado y en algunos casos comprando alimentos con fecha de vencimiento ya expiradas. Estos casos no tienen ninguna clase de perdón como no puede tener ningún caso de corrupción que es la verdadera y mayor calamidad que sufrimos los colombianos.
El coronavirus empeora los momentos por los que atravesamos, más aún cuando al no existir vacuna alguna, es la ciudadanía la que tiene que tomar las medidas aconsejadas para tratar de parar el contagio del virus. La conciencia social que se traduzca en una verdadera disciplina social en el uso de los tapabocas, las distancias que se deben guardar entre las personas y el aseo permanente de las manos, es la única manera que puede llevar a controlar el virus.
No hay norma ni disposición que el Gobierno pueda dar más efectiva que la propia actitud de la ciudadanía.
Muchos de nuestros compatriotas están pasando por situaciones críticas debido a que con la pandemia han perdido sus empleos o se han visto afectados por la prácticamente parálisis de sus actividades industriales, empresariales o comerciales. Y cada día que se prolonga el coronavirus será más grave las lesiones que de una u otra manera se darán. Por eso debemos ser muy cuidadosos en los gastos y administración de las posibilidades económicas que cada uno tenemos. El Gobierno por su parte debe tomar las medidas que estén a su alcance para poder llegar a los más necesitados con las ayudas necesarias, pero sobre todo tomando las decisiones adecuadas y necesarias para la reactivación económica que permita recuperar algo la actividad económica del país, pues de otra manera las condiciones sociales pueden llevar a casos muy graves en Colombia.
Ahora bien, a pesar de todo, debemos mantenernos positivos, continuar unidos, procurar acatar las normas y las directrices que buscan controlar esta preocupante situación y jamás perder la fe en que en un futuro (ojalá cercano) las cosas mejorarán para todos.