Del Papa Francisco (V)
Conviene completar precisiones importantes del Papa Francisco sobre temas álgidos tratados en la entrevista a Civioltá Cattolica (19-08-13), y en otras respuestas dadas a distintos reporteros. Bien está retomar lo relacionado con el “discernimiento”, sobre el cual, precisa el Papa: “hacer las cosas pequeñas de cada día con el corazón grande y abierto a Dios y a los otros”. Es algo, dice, que “necesita tiempo para poner las bases de un cambio verdadero y eficaz”, pero que empuja a no quedarse en vacilaciones sino a tomar decisiones “en presencia del Señor”.
Como momento especial de ese “discernimiento” es el de la toma de decisiones en unaIglesia que es “pueblo santo, fiel a Dios”, a cuya pertenencia está llamado todo verdadero cristiano. “Nadie se salvará solo”, dice el Papa, se necesita el “sentir con la Iglesia”, a cuyo conjunto, como “pueblo de Dios”, viene la asistencia del Espíritu Santo. Debe llevar a armónico sentir, que reclama atender “con humilde respeto y sacrificio” la voz del conjunto de dirigentes y dirigidos que la componen, y la hacen comunidad, algo de su esencia.
Algo central en el pensamiento del Papa Francisco es su análisis de lo que ha de ser ese “sentir con la Iglesia”. Para encontrar ese derrotero no se puede perder de vista la realidad de “Iglesia pueblo de Dios”, y, ante ella, dice el Papa: “sentir con la Iglesia quiere decir estar en ella, en este pueblo”.De allí que deben caminar el Papa y los obispos con oídos abiertos a ese pueblo, del cual son parte. Esa voz del pueblo viene de Dios, hay que oírla, pero, teniendo discernimiento, pues hay que acogerla sin caer en una “infalibilidad de todos los fieles”, lo cualsería “populismo”. Se trata de unir la experiencia y reflexión de la necesaria Jerarquía, dejada por el mismo Cristo en la Iglesia, abierta siempre al pueblo de Dios.
Como signo de esa reclamada “Iglesia comunidad”, que une el ayer y el hoy, es sin duda la espontánea expresión de aprecio que manifiesta El Papa Francisco por la personalidad y gestos de auténtico cristiano deBenedicto XIV.También, importante, su ratificación en su acogida a las luces que dio a la Iglesia el Concilio Vaticano II. Algo en esa misma línea está el organizar mejor los estamentos de gobierno del Vaticano, de la Curia Romana y de la comunidad eclesial. Tarea en la que ha puesto toda su atención el Papa ha sido consagrarse con un grupo de ocho cardenales con quienes, en presencia de Dios, busca lo mejor para la Iglesia.
Como criterio de renovación del Papa Francisco está lo de la misión a cumplir de los“dicasterios” u organismos de la Curia Romana puestos para atender las necesidades de la Iglesia Universal, a los que pone en guardia para que no se conviertan en entidades simplemente de censura sino se dediquen a estimular las iniciativas de los obispos y de las Conferencias Episcopales. Viene allí un llamado a no estar en una “Iglesia estática”; sino en un caminar solidario dando respuesta a las necesidades de la humanidad, asistida por un Dios que ha estado con ella en el pasado, y ofrece su asistencia en un futuro ilímite.
De las precisiones del apreciado Papa Francisco podemos concluir que con gran apertura se refiere a los más diversos temas, pero que no se esperen cambios de doctrina o de disciplina en lo fundamental sino antes que todo en el espíritu y estilo de servicio a la humanidad con el mayor acercamiento al querer y rutas trazadas por el Divino Fundador, y cultivadas por tantos santos y sabios Pontífices y Concilios en 2.013 años de historia de la bien llamada “Madre y Maestra de los pueblos”. Vendrán cambios estructurales en los organismos de servicio de la Iglesia, con un estilo eclesial sin autoritarismo y de amable, entusiasta y efectivo servicio a una humanidad que necesita su permanente Buena Nueva y testimonio.
*Presidente del Tribunal Ecco. Nacional