Metro de altura | El Nuevo Siglo
Jueves, 24 de Octubre de 2019

Gracias a la tenacidad del alcalde Enrique Peñalosa se logró la firma de la primera línea del Metro para Bogotá. Desde hace 77 años numerosos alcaldes quisieron hacer el metro sin éxito. Dos alcaldes anteriores: Samuel Moreno y Gustavo Petro tomaron este proyecto como base de su campaña para hacerse elegir, ambos fracasaron.

El firme deseo del burgomaestre de sacar el Metro elevado fue la más sensata decisión, pues no se trata de un capricho sino de un razonamiento lógico. Veámoslo de esta manera frente a un metro subterráneo, el elevado es más económico, unos 4 billones menos; su construcción será mas rápida y menos traumática para la ciudad; la operación es un 30% mas barata, lo que hace que el costo del pasaje pueda estar sobre el mismo valor de Transmilenio. Resulta una inversión más rentable para los concesionarios lo que brindará más estabilidad, mejor calidad de servicio y menor riesgo económico; el suelo de Bogotá tiene unas condiciones inadecuadas para excavaciones profundas a lo largo de su extensión, característica que ofrece altos riesgos e inestabilidad en la obra y operación. Para una ciudad con altos índices de vandalismo y terrorismo como Bogotá, un metro subterráneo es demasiado arriesgado para los usuarios, en cambio el elevado brinda mayor seguridad y enormes posibilidades de protección y evacuación.

Algunas ciudades del mundo han optado por metros elevados en una, varios o todas sus estaciones, este sistema se está imponiendo en el mundo con enormes resultados de tiempo atrás. Ejemplo: Nueva York, Chicago, Vancouver, Miami y Los Ángeles. También ciudades como Sao Pablo, Manila, Singapur, Panamá, Medellín y otras, en fin, muchas experiencias exitosas.

Total que la decisión ha sido la más acertada y la capital tendrá Metro. Ahora bien, la adjudicación al consorcio chino y subcontratistas europeos fue la más adecuada según el estudio de las propuestas y como resultado, en un lapso de 5 años se inaugurará esta primera línea dando vía a las posteriores.

Los detractores del alcalde Peñalosa están que trinan de rabia y buscan afanosamente como cuestionar y entorpecer la adjudicación. Ni hacen ni dejan hacer, no pudieron sacar adelante este proyecto en los anteriores 12 años de tres alcaldías continuas y ahora se rasgan las vestiduras, tratando de crear cizaña, sugiriendo malintencionadamente intereses del alcalde en esa adjudicación, haciendo cuestionamientos a la empresa china, buscando cualquier lunar en vez de observar la comprobaba experiencia exitosa de esta empresa.

Punto final. Habrá Metro para Bogotá. Ahora, nuestro deber ciudadano es que cuando lo recibamos y lo sirvamos, debemos adoptar la cultura Metro, respetar y cuidar las estaciones, los vagones, manejar la convivencia y que las autoridades logren erradicar la cultura del colado que tanto daño le esta haciendo a Transmilenio. Y como dice la publicidad del alcalde: “impopulares pero eficientes”, es cierta y así se recordará a Peñalosa, quien en 25 años dotó a Bogotá del sistema de transporte masivo: Transmilenio y Transmimetro.

“Gracias alcalde”

arangodiego@hotmail.com