Siendo presidente de la República el Dr. Laureano Gómez Castro, se expidió el decreto 1955 del 18 de septiembre de 1951; el cual dispuso que la normal superior con sede en Bogotá se dividiera en dos ramas: La escuela Normal Universitaria Femenina que quedó en Bogotá y la Escuela Normal Universitaria Masculina que se trasladó a Tunja, rescatando nuevamente su institución universitaria para los boyacenses.
Acto seguido, el 10 de octubre de 1953 se expidió el decreto 2655 firmado por Gustavo Rojas Pinilla, mediante el cual se creó la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia junto con la Resolución No. 044 de 12 de febrero de 1984, la cual resuelve fijar como uno de los objetivos el siguiente:
- Formar educadores en el Campo de la Matemática y la Física preparados científica y pedagógicamente para el ejercicio de la docencia en los niveles de Educación Básica Secundaria Media Vocacional.
El modelo pedagógico de la UPTC para formar docentes fue todo un éxito de tal forma que para el año 1952, bajo el mismo gobierno del Dr. Laureano, se creó la Universidad Pedagógica Nacional Femenina con el fin de propiciar su inclusión en el campo académico, con el fin de formar docentes, pedagogos, en los campos social y humanísticos.
Ese, es el origen de la Universidad Pedagógica Nacional, UPN.
En torno a las políticas presupuestales de la universidad pública colombiana 2017 – 2018, el estudiante de la Universidad de Manizales Juan Sebastián Gutiérrez sostiene que contrario al postulado de los docentes con respecto a la reducción presupuestal, éste se ha venido incrementando en los últimos años.
Los recursos, públicos, se encuentran reglamentados en la ley 30 de 1992. De tal manera que, la sola Universidad Pedagógica Nacional, según el presupuesto del MEN, recibió por cuenta de la Nación más de $67.000 millones para su funcionamiento, vigencia 2017.
Entre 2017 y 2018, en las resoluciones presupuestales decretadas por el Ministerio de Educación Nacional, MEN, para todo el sector de las universidades públicas vigencia 2017 se destinó la no despreciable suma de $33.823.943.267.849,00; lean bien la cifra; es decir que si el argumento de los profesores pedagógicos es la falta de recursos para su debido funcionamiento, justificando sus paros cada vez más violentos, más bien lo que nos deberían explicar a los colombianos debería ser el cómo se están invirtiendo más de $33 billones de pesos en la educación, anual.
A su vez, los violentos disturbios presentados en la sede de la UPN Bogotá la semana anterior evidencian el cómo se avanza en las diferentes formas de lucha, la agenda oculta de la izquierda. Los revoltosos cuentan con bazucas artesanales, lanzando papas bomba desde el techo de la misma universidad pedagógica, en minúscula. Ni hablar del consumo de drogas.
Para comenzar el segundo semestre académico período 2018 se presentaron disturbios en las universidades de Antioquia, Atlántico, Córdoba, Valle, Tunja, Nacional, Distrital. Pareciera que existiera un grupo de revoltosos dedicados al turismo de la revuelta quienes se pasean a sus anchas.
¿Con un presupuesto superior a los $ 67.000 millones cómo es posible que la UPN se encuentre en el estado de pauperización, destrucción masiva, intelectual, académica en que se encuentra?
Puntilla: ¿Ese es el modelo ejemplar de educadores que se están formando en la UPN? ¿Es un problema de recursos económicos?