Caso Laserna - Farc
El Partido Conservador dejó expósito al senador Juan Mario Laserna, uno de sus más lúcidos políticos. Y perdió la curul. Laserna es experto en asuntos fiscales y pidió mayor vigilancia a la explotación minera en el Tolima. Obtuvo según la revista Dinero,un puntaje de 9.4 sobre 10 en su gestión parlamentaria. Ante la embestida de la oscura multinacional Claro, de posición dominante en las comunicaciones, realizó debates exitosos junto con senadores de otras toldas como Jorge Robledo. Me parece que su partido no ha tabulado aún el tamaño de lo perdido.
Lo cierto es que las Farc consideran al Congreso electo como vocero mayoritario de las multinacionales. Laserna es el símbolo de que, dentro de las instituciones, hay defensas contra los lobos feroces tipo Slim. Pues bien, lo dejaron hundir. Es posible, dentro de las instituciones, advertir que el índice gini de concentración de la riqueza es aberrante en el caso colombiano. Se puede desde Fedesarrollo y otros foros cuestionar la reforma tributaria que exonera a los dividendos de pagar impuestos. Pero esas consideraciones trascienden si se incorporan en la legislación. Si tienen un brazo político que los haga realidad. Les dé vida en sociedad. En general los analistas hacen sus diagnósticos pero hay pocos que además se arriesguen a entrar a la lid política. Los partidos, en teoría al menos, son el vehículo para que las ideas se plasmen en la sociedad. No son (me disculparán los nepóticos) un modus vivendi sino un modus operandi.
Pasando a la inmediatez. El desacato a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de parte de Santos es un oso mundial y un agravio a la Corte Constitucional. Acabó de perder a Bogotá en plena re-elección. Santos apuesta su futuro político a la carta de La Habana. Si las Farc no leen de igual manera el actual proceso y la negociación languidece, será difícil la reelección. La abstención es alta, los votos en blanco, los anulados, los votos no marcados, son la forma como los espectadores muestran su interés por el espectáculo, bostezando. Al mismo tiempo el candidato Zuluaga afirma que lo importante para su grupo es evitar la re-elección a toda costa. Esto convierte al ponderado exministro de Hacienda en un Kamikaze de película. Ya que es evidente que Santos de pasar a la segunda vuelta tendría que enfrentar a una coalición y no a una ala extrema. Zuluaga no le gana a Santos, entre otros motivos porque la yidispolítica logró imponer la reelección. Pero ahora veo más difícil la re-elección.
En síntesis los grupos dirigentes (o al menos dominantes) están tirando a matarse entre sí. Han permitido que sus partidos se rijan por nepotismos regionales. Cultivan el oxímoron de dinastías democráticas. No les interesa el índice gini. Y cuando surge una persona en sus filas como el senador Laserna lo dejan hundir como si nada valiera.