MARTA LUCÍA RAMÍREZ* | El Nuevo Siglo
Martes, 8 de Octubre de 2013

¿Qué muestra la realidad de estadísticas?

 

Generalmente,  cuando crece la economía de un país y la actividad de los sectores productivos, el empleo también aumenta como reflejo de la mayor dinámica económica. Por esta razón, una de las cosas que llama la atención de las recientes cifras publicadas por el DANE, es que a pesar del considerable crecimiento de algunos sectores durante el primer semestre del año, el empleo de los mismos cayó. Así, mientras que hasta junio de este año el sector agropecuario creció 6,2%, el empleo en esta misma rama cayó 2,4%. La construcción, jalonador del PIB durante el primer semestre con un crecimiento de 9,7%, vio reducido el empleo en un 9,5%. El sector financiero, otra de las ramas con una dinámica importante, reflejada en su expansión de 5,9%, mostró una disminución de la ocupación de 0,2%. Si hablamos de la industria manufacturera, con una leve recuperación durante el segundo trimestre según las cifras del DANE, durante el total del semestre cayó 1,6% y su empleo se redujo 4 veces, en un 5,4%.

¿Por qué mientras crecen los sectores productivos, el empleo está disminuyendo? ¿Será que la aparente dinámica productiva no está siendo suficiente para conservar los puestos de trabajo existentes y crear nuevos? ¿O habrá un error de medición que no permite que las cifras sean coherentes entre sí? Pienso que este tema debe revisarse con cuidado, pues aparentemente la información estadística no está reflejando en su totalidad los logros que este Gobierno ha anunciado.

La semana anterior también se publicaron las cifras de pobreza para el período julio de 2012 a junio de 2013 y aunque a escala nacional continúa la tendencia decreciente, (pasó de 32,9% a 32,2%), en el área rural sigue aumentando (de 45,8% subió a 46%). Es decir, explica las protestas campesinas pues las condiciones de vida en el campo siguen mostrando retroceso, que denota el abandono del sector rural por parte del Estado. No otra cosa revelan las falencias en  infraestructura, educación, salud, vivienda y generación de empleo.

La inseguridad también es reflejo de la falta de presencia del Estado en el campo y de los problemas del país en cuanto a la información estadística, aspectos que se han hecho aún más evidentes con el proceso de restitución de tierras. Hace algunos días, la ONG Human Rights Watch afirmó que solo una familia, del total de las que han sido reintegradas en sus predios, ha podido regresar a su tierra, pues persisten problemas de seguridad y repetidas amenazas a quienes desean volver. Aunque la Unidad de Restitución de Tierras lo niega, tampoco tiene información exacta de cuántas familias han podido regresar a sus predios efectivamente, tal como lo mostró La Silla Vacía.  

En conclusión es importante que se dé una revisión rigurosa de las estadísticas para saber a ciencia cierta cuáles han sido los avances de este Gobierno, cómo está realmente el país en términos sociales y económicos en este momento, y por lo tanto, cuál es el camino que debemos seguir para solucionar los problemas que aún aquejan a nuestra nación y que imposibilitan que la paz sea una meta al alcance de la mano o que esté simplemente a la distancia de una firma.

*Con la colaboración de Angélica Giraldo