MARTA LUCÍA RAMÍREZ | El Nuevo Siglo
Martes, 24 de Septiembre de 2013

El reto del crecimiento

 

Que  la economía colombiana crezca es fundamental como un primer paso en la superación de la pobreza y la generación de dinámicas de desarrollo. Además, ante un eventual período de posconflicto, se hace indispensable contar con recursos adicionales que permitan llevar a cabo los programas y planes requeridos para consolidar definitivamente la paz.

Las cifras de crecimiento del PIB mostraron un panorama positivo, con un incremento de la economía de 4,2%, superior al esperado por la mayor parte de los analistas. En esta ocasión, el PIB estuvo jalonado por el agro que registró un crecimiento de 7,6%, debido en gran parte al buen comportamiento del sector cafetero, que alcanzó un aumento de 32,4% como reflejo de la renovación de cafetales. No obstante, es importante tener en cuenta dos aspectos. El primero, relacionado con el crecimiento del agro, pues a pesar de la buena dinámica del mismo durante el segundo trimestre, las mediciones no alcanzaron a recoger los efectos del Paro Agrario, y por lo tanto, muy seguramente este tendrá una incidencia sobre el tercer trimestre, restando dinámica de nuevo al sector, que como hemos podido ver en los últimos días, requiere de medidas estructurales que den paso a un desarrollo real. El segundo aspecto tiene que ver con el área fabril. Aunque la industria registró un crecimiento de 1,2% durante el segundo trimestre, sigue mostrando baja dinámica, a lo que se suma que este comportamiento no coincide con lo reflejado por la Muestra Mensual Manufacturera (MMM), según la cual, el promedio de crecimiento del sector durante el segundo trimestre del año fue de -0,1%, y durante el mes de julio registró un leve crecimiento, con el aumento de la producción en menos de la mitad de los subsectores industriales. La Encuesta de Opinión de la ANDI, también ha mostrado resultados poco favorables a lo largo del año para la industria. Por lo tanto, el sector manufacturero sigue teniendo un comportamiento regular, y continúa en espera de la hoja de ruta que guie su fortalecimiento.

No debemos olvidar, además, que sigue siendo un reto la generación de empleo, y que según la MMM la industria continúa destruyéndolo, pues hasta el mes de julio, el personal ocupado en este sector productivo disminuyó 2%, frente al mismo período de 2012.

En definitiva, aunque las cifras macroeconómicas del país reflejen que durante cierto período las cosas van por un mejor camino, no debemos olvidar que el aparato productivo colombiano tiene aún muchas falencias, que si no se solucionan con rapidez no van a permitir obtener un crecimiento de la economía más acelerado, sobre todo sostenible y estable, aspecto que resulta absolutamente necesario para financiar un posible período de posconflicto, así como otro de los retos fijados por el Gobierno: la inclusión de Colombia en la OECD; reto que  implica un largo camino de construcción e implementación de las medidas necesarias para ser parte de esta organización. Por esto se requiere de un país fuerte en todos los niveles.