Seguimos adelante
La semana pasada se vivieron algunos momentos de confusión, avivados por la información de algunos medios de comunicación.
En reunión conjunta de la bancada y el DNC se presentó la propuesta de un grupo de parlamentarios conservadores, de aplazar (no de cancelar) decisiones para que el partido cuente con candidatura propia a la Presidencia y expresaron que, la colectividad debe permanecer por lo pronto en la mesa de unidad nacional, para fortalecer el trabajo necesario y lograr su reelección al Congreso.
Es explicable la preocupación de los parlamentarios, y como miembro del Directorio Nacional y precandidata del partido, he reafirmado la disposición de apoyar sus campañas al Congreso pero, por encima de todo, he puesto de presente que los valores y principios filosóficos y políticos de la colectividad nos obligan a tener un proyecto de Nación y unas propuestas programáticas que sintonicen con las expectativas y necesidades del pueblo colombiano y de las bases conservadoras.
Las juventudes conservadoras, nutridas por un grupo de muchachos brillantes que traerán días de orgullo para nuestra colectividad y el país, se han pronunciado insistentemente sobre la necesidad de que el partido cuente con candidatura propia y presente sus tesis al país.
En lo relativo al proyecto que representa mi precandidatura, tengo que decir que no sólo no se han mermado mis convicciones, sino que han cobrado un nuevo impulso a partir de los valores y las propuestas para la seguridad, el desarrollo rural, la reindustrialización, la justicia, la inclusión y la paz de Colombia que me llevaron a aceptar la invitación de diferentes sectores conservadores de lanzarme a la carrera presidencial.
Los desafíos para alcanzar la Presidencia de la República de Colombia serán grandes pero mi voluntad de contribuir a despejar el camino hacia el liderazgo político del partido conservador para convertir a Colombia en una potencia regional segura, educada, justa, emprendedora, moderna, incluyente y en paz es mucho mayor. De todos modos hay un principio que me ha servido para redoblar mis convicciones de trabajar por una candidatura propia del partido que se escoja ojalá de un abanico amplio de candidatos en nombre de nuestros principios fundacionales, en nombre de la universalidad de nuestras ideas y en nombre del conservatismo colombiano: ese principio es la coherencia. Creo que en las ideas y propuestas del partido conservador está la clave para sacar adelante con fuerza y claridad a Colombia, construyendo sobre los avances logrados en los últimos gobiernos.
Los arquitectos de la denominada unidad nacional no han presentado un verdadero proyecto de país que una a los colombianos sino se han limitado a mantener unida a la clase política que asegure gobernabilidad y permanencia en el poder al presidente Santos y quizás a German Vargas, si el Presidente declina a aspirar.
Quienes desean que el Partido Conservador se detenga, pasan por alto que en nuestras ideas, experiencia y vocación de servicio a todos los colombianos, está la verdadera unidad como eje rector. Nuestro modelo no será jamás el de un Estado asistencialista, improvisador ni descuidado frente a las necesidades de los colombianos, sino el de un Estado que planea, previene crisis, ejecuta proyectos y se asegura de avanzar cada dia hacia el progreso de Colombia con instituciones fuertes y promoviendo a una ciudadanía más madura, participativa y con mejores oportunidades.
Apoyaremos al pueblo colombiano en sus preocupaciones sobre el futuro y le mostraremos que con nuestras bases, nuestros directorios regionales y por supuesto con nuestros parlamentarios conservadores, hay una Nación que se movilizará en las elecciones del 2014 en busca de un rumbo seguro y claro para Colombia. En los próximos meses fortaleceremos al Partido Conservador para fortalecer a Colombia.