Comportamiento de la economía
El pasado jueves 20 de diciembre, el DANE publicó el dato del crecimiento del PIB del tercer trimestre, el cual reveló un crecimiento anual de apenas 2,1%. Dicho resultado sorprendió a analistas, a instituciones económicas y académicas, y demás organizaciones privadas que hacen pronósticos acerca de la variación anual del producto de la economía colombiana, más aún si se tiene en cuenta que uno de los pronósticos más pesimistas era el nuestro, el cual contemplaba como mínimo un crecimiento de 2,5%.
Es preocupante si se compara con el comportamiento de la economía durante el mismo trimestre del año anterior, momento en el cual el PIB registró un crecimiento anual de 7,5%. Si se tiene en cuenta el trimestre inmediatamente anterior, es decir, el segundo de este año, el PIB colombiano disminuyó en 0,7% y la demanda interna se desaceleró, pasando de 7,1% en el segundo trimestre a 2,4% en el tercero. Lo anterior se explica por la dinámica del sector de la construcción, que jalonó el crecimiento económico en el segundo trimestre de 2012, mientras que en el tercero se contrajo en 12,3% anual.
Además del sector de la construcción, en cuanto a variaciones anuales, también se contrajo la industria manufacturera, la cual disminuyó en 0,1% anual, que si bien no es significativo, sí resulta congruente con el proceso de desindustrialización que hemos venido anunciando que vive el país y para el cual, aún no se toman correctivos suficientes por parte del Gobierno Nacional.
Si el comportamiento de cada sector de la economía hasta el segundo trimestre de este año se compara con la dinámica registrada en el tercero, se observan las siguientes variaciones: 2,0% en actividades de servicios sociales, comunales y personales; 1,5% en transporte, almacenamiento y comunicaciones; 1,1% en el sector agropecuario, silvicultura, caza y pesca; 1,1% en comercio, reparación, restaurantes y hoteles; 0,9% en industrias manufactureras; 0,6% en establecimientos financieros, seguros, actividades inmobiliarias y servicios a las empresas; 0,5% en suministro de electricidad, gas y agua; -1,2% en explotación de minas y canteras y -13,1% en construcción.
Según lo anterior, los únicos sectores que se contrajeron de manera trimestral fueron el de la construcción y el de explotación de minas y canteras, dinámica que confirma la inconveniencia de focalizar la economía en unos cuantos sectores a costa de descuidar los demás. Pues sí bien, el boom minero-energético ha atraído grandes sumas de IED al país, dada su naturaleza, no tiene un crecimiento sostenible.
En cuanto a la construcción, es importante resaltar que aunque ya se empezaron a construir las 100 mil viviendas que prometió el Gobierno, el subsector de obras civiles se contrajo de manera trimestral en 13,3%, aunque la mayor contracción la registró el subsector de edificaciones, el cual disminuyó en un 16,2% trimestral. Lo anterior se debió a la disminución significativa de licencias de construcción, especialmente en Bogotá, que es uno de los principales focos de construcción de edificaciones en el país.
En el frente económico no hubo tantos motivos para celebrar en esta navidad y sí, por el contrario, tomarse muy en serio que la economía colombiana está creciendo por debajo de su potencial. Hizo bien la Junta Directiva del Emisor al decidir el pasado viernes 21 de diciembre, reducir la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, quedando 4,25%. Es el momento de que el Gobierno tome cartas en el asunto y priorice en una política industrial competitiva, de eslabonamientos productivos que potencie la producción manufacturera para el mercado interno y el internacional. De lo contrario, la desaceleración será más fuerte en el 2013 en plena campaña para la reelección y para convencer a Colombia de las condiciones económicas a ofrecer en el acuerdo a celebrar con las Farc.
*Vocera de la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana