Bogotá entre premios y desafíos
Colombia según el índice del Planeta Feliz-IPF es uno de los países más felices del mundo. En efecto, en el 2012, la nación se mantiene en el puesto de la medalla de bronce. Calificación que genera cierta perplejidad, por el grado de los problemas internos, sin desconocer, por supuesto, nuestra alegre idiosincrasia y la capacidad para sortear la vida y progresar en medio de circunstancias muy complejas.
Vale la pena señalar que los índices, como los resultados de las encuestas, se asocian con una foto o un momentum. Dependen del foco, de las condiciones de tiempo y lugar y de la selección de unas características, variables o preguntas específicas. Por ejemplo, en el caso de este indicador, Colombia sobresale por combinar, mejor que otros, la expectativa de vida, la percepción subjetiva de felicidad y el estado de la huella ecológica, ítems que no se relacionan con hechos de violencia, corrupción e inequidad en el ingreso que persisten en nuestra sociedad.
En la capital el asunto es parecido: Bogotá recibe una lluvia de premios, mientras sus ciudadanos merecen el galardón de la paciencia.Esto sin contar la condecoración del Instituto Mexicano de Evaluación de Pablo de Tarso al Alcalde o la mención del portal canadiense IT Business como espacio ideal para la inversión extranjera, que sin duda ha llegado pero las condiciones no son tan extraordinarias como se enumeran.
En los últimos cinco años-hasta el 2012- es la ciudad con mayor mejoría en su entorno, por tener una menor amenaza de actos violentos, dentro de los centros urbanos de mayor inestabilidad,según el Informe de la Unidad de Inteligencia del semanario inglés The Economist. Es la urbe con uno de los mejores proyectos de transporte urbano concebido dentro de la estrategia de reducción de emisiones de carbono, incluidos el Transmilenio y el piloto en taxis eléctricos, motivo del premio de Liderazgo Climático y Ciudad de la Siemens y el grupo de 40 Ciudades líderes en este orden. Además es la capital de uno de los países, entre 50, que desde el 2005 ha mejorado el ambiente para realizar negocios, según Doing Business2013 “Fact Sheet”: América Latina y el Caribe.
Igualmente contrastan las alusiones como ciudad amable y competitiva en el mundo. Sus esfuerzos parecen deteriorarse. En medio del insoportable trancón de todos los días y más trascendente aún de la tendencia vandálica e intolerante que deslegitima una digna protesta campesina o mancha por doquier sus muros y calles o llega hasta quitar la vida a quienes portaran con orgullo la camiseta de su equipo preferido de fútbol, salpicarán los índices futuros.
Todo depende del color del cristal con que se mira. La calidad de vida comienza por la cultura ciudadana y la competitividad con las magnas obras. Es deber de todapolítica pública o empresarial mantener o mejorar el potencial que resalte cualquier indicador que signifique bienestar y eficiencia. La oportunidad ahora está en la debida ejecución del generoso cupo de endeudamiento aprobado pero el desafío es de largo alcance: la recuperación del civismo y la mente sana.