No hay mermelada para tantos
¡No hay mermelada para tantos! En este momento el recién reelecto presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tiene una pesadilla recurrente. ¡De dónde sacar suficiente mermelada para contentar a los distintos actores de su reelección! Cómo mantener esa reacia coalición de enemigos, cargada de odios, desprecios, mentiras y ambiciones políticas, encontradas e incompatibles. ¿Cómo engrasar a tanto enemigo? ¿Cómo lograr que apoyen su gobierno?
Para que sus propuestas pasen en el Congreso el presidente Santos necesitará una mínima mayoría, o sea, necesitará de sus “nuevos mejores amigos”.
Hagamos los cálculos. Los votos propios e incondicionales del Presidente no llegan ni al 30 por ciento. De tal manera que tiene que esparcir la mermelada a diestra y siniestra (textualmente), para mantener o crear alianzas. Ese es su estilo, así ha acostumbrado a sus seguidores. Para la muestra, los parlamentarios conservadores que desdeñaron a las directivas de su Partido por no perderse las cucharadas de mermelada ofrecidas por el Presidente.
Hay un sector que será muy difícil de engrasar. La izquierda furibunda que acompañó a Santos, se siente sucia por haberse asociado con un personaje que desprecian. Sus líderes no se han demorado ni una semana para comenzar a despotricar de él. Quieren tomar distancia cuanto antes de su coalición electorera, no quieren saber nada de su gobierno, o por lo menos así lo están diciendo. Su alianza fue solo para derrotar al enemigo mayor, Álvaro Uribe. Todos lo dicen y repiten, no es sino leer a los “intelectuales” izquierdistas, como Antonio Caballero, en sus columnas.
Ya Clara López, excandidata del Polo Democrático, dijo que a ella “no la verían en la nómina de ministros de Santos”. ¿Por qué va a aceptar la excandidata un “pinche” ministerio si puede ser Alcalde de Bogotá?
La senadora Claudia López fue más allá al decir que, aunque su voto fue por Santos, fue una elección entre bandidos: “caimanes del mismo charco”. ¡Qué maravilla! Con amigos así, para que enemigos.
¿Qué puede ofrecerles a estos “nuevos amigos” el Presidente? Los usuales puesticos y contratos, no parecen funcionar en este caso. Entonces, ¿prebendas políticas? ¿Va a feriar el país, el proceso de paz, el Ejército? ¿Qué les va a conceder a estos izquierdistas a cambio de su voto en el Congreso?
Una política sin lealtades ni principios, es un mal comienzo para un gobierno. Santos camina sobre sucias arenas movedizas, creadas por él mismo.
Gracias a Dios, para olvidarnos un poco de la política, por estos días nos podemos dedicar al Mundial de Futbol en Brasil. ¡Está buenísimo! Los triunfos de Colombia nos han llenado de emoción. Los éxitos de Costa Rica, el susto de Alemania ante Ghana, el partido entre EE.UU. y Portugal, la derrota de España y, en general, todas las sorpresas que hemos vivido, son suficientes para alegrarnos la vida.
Para terminar, deseo a Santos cordura y mejores socios para gobernar y sacar adelante un limpio y honroso Proceso de Paz. Ojala que logre acuerdos con aquellos que, aunque se opusieron a su reelección, trabajan por Colombia y no por la mermelada.