MARÍA CLARA OSPINA | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Diciembre de 2011

Esclavitud en el siglo XXI

Para sorpresa de muchos, la esclavitud no sólo existe, sino que ha aumentado durante el siglo XXI. El nuevo tipo de esclavitud, o sea el trabajo forzado, sin remuneración, la explotación de un ser humano en beneficio de otro, se conoce hoy como trata de personas y debido a que es cada vez más lucrativa para las mafias organizadas y otros personajes siniestros, se ha incrementado en casi todas las naciones.

La trata de personas tiene como único propósito el enriquecimiento de “negociantes” corruptos a través de la explotación de personas a manera de esclavos laborales o sexuales, sobre todo de mujeres, niñas y niños, sin derechos, sin sueldo ni prestaciones, sometidos a constante maltrato y humillación. Es también la utilización de niños de ambos sexos para servir como mendigos, o para ser utilizados por una de tantas guerrillas que asolan el globo, como asesinos desechables. Otro terrible comercio humano, cobijado bajo este término, es el de órganos vitales, extraídos sin autorización de la persona, para ser comercializados en el mercado negro.

Todos estos abusos contra la dignidad y los derechos humanos son tan rentables que el riesgo implícito es considerado costeable para los que se dedican a tal crimen.

Parte del problema es la vergüenza y el miedo que conlleva el haber sido una esclava o esclavo sexual, lo cual impide que se denuncie a los criminales. El estado de sometimiento y vejaciones a que estas personas son sometidas hacen que pierdan su valor y autoestima y se vean a sí mismas muchas veces como culpables (por haber creído ingenuamente en alguien, caído en una trampa, no haber escapado, etc.).

Se puede decir que la trata de personas es un secreto vergonzosamente guardado. Lo que lo convierte en un crimen invisible, difícil de identificar y, por tanto, de castigar y erradicar.

Este crimen se da en el mundo entero, las cifras son alarmantes. Se considera que hoy hay más de dos millones y medio de personas esclavizadas de una u otra manera. 80% de los esclavizados son mujeres o niñas. Sólo en la Unión Europea se considera que hay aproximadamente 270 mil víctimas. 130 países reconocen sufrir trata de personas en su territorio.

En el 2000 se adoptó el Protocolo Contra la Trata de Personas en Palermo, Italia, el cual es un acuerdo internacional adjunto a la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada Transnacional.

En Colombia la obligación del Estado en contra de este crimen se origina de la Constitución Política, que reconoce en su artículo 17, como derecho fundamental, la prohibición de la esclavitud, la servidumbre y la trata de seres humanos en todas sus formas.

El 13 de diciembre del presente año, la Fundación Mariano Ospina Pérez, con sede en Bogotá, cuyo propósito es actuar como centro de reflexión de los problemas nacionales para actuar en la búsqueda de soluciones por medio de iniciativas y proyectos, estableció un Centro de Pensamiento sobre la Trata de Personas orientado a la investigación sobre este problema en Colombia y Latinoamérica.