¡Hay Nairo para largo!
Colombia está de fiesta. El 20 de julio, día en que se celebra la Independencia, mientras los aviones de combate irrumpían en el cielo de Bogotá en formación de gala y el país se engalanaba con banderas, el ciclista Nairo Quintana Rojas, de solo 23 años, ganaba segundo lugar en la clasificación general, además del premio de montaña y del premio al mejor ciclista joven en el Tour de France, nada menos que en la edición del centenario de tal competencia.
Este fue un día grande para el ciclismo colombiano. Hacia 25 años que Colombia no regresaba a ocupar un podio en esta competencia desde 1988, cuando Fabio Parra ocupo el tercer lugar.
“El Negro”, como le dicen a Nairo en su familia, nos tiene a todos contentos, pero más contentos estamos por esa sencillez que ha demostrado el muchacho en todas sus entrevistas. Hay que oírlo, primero agradece a su equipo, a su entrenador, a su familia, a su Boyacá, esa hermosa tierra de montañas y campos verdes, de gente amable y buena. ¡Qué bien! Dicen los que lo conocen, que es introvertido y poco hablador, pero muy ayudador y eso se nota. Nairo se mantiene pendiente de los ciclistas jóvenes de los pueblos de Boyacá donde se crió, Cómbita y Arcabuco, que tengan buen equipo, buenas bicicletas y oportunidades como él tuvo.
Don Luis Quintana y doña Eloísa Rojas, padres de Nairo, aseguran que la fuerza de su hijo la obtiene de comer comida típica campesina de Boyacá, como sancocho de gallina, cubios y habas. Yo creo que debe ser cierto, porque no hay nada mejor para darle a uno energía, que un buen sancocho.
Nairo, cuando niño, recorría a diario en bicicleta los 17 kilómetros de distancia entre su casa en Cómbita y su escuela en Arcabuco. De ida, dice él, le tocaba de bajada, de regreso una empinada subida; así fortaleció sus piernas y se enamoró del deporte. Su padre comprendió que el muchacho tenía habilidades y le fue mejorando la bicicleta y acolitando entrenar en clubes locales de ciclismo. Así fue avanzando, hasta entrar a formar parte del equipo de Movistar con el cual ganó el Tour de l’Avenir 2011, fue campeón de montaña en la Vuelta a Cataluña 2011, ganó la Vuelta a Murcia 2012 y, entre otros importantes triunfos, este año ganó la Vuelta al País Vasco.
Durante su competencia en el Tour de Francia, considerada como la más importante del ciclismo en el mundo, toda la comarca y su familia hicieron una gran fiesta en la plaza central del pequeño pueblo de Arcabuco para celebrar su triunfo. Igual ha sucedido en toda Colombia, todos estamos de fiesta, y él sin dudarlo nos ha asegurado:“¡Disfruten, que hay Nairo para rato!”.