¿La OEA para qué?
¿LA OEA para qué? Se atrevió a preguntar en plena sesión el exembajador ante tal institución, Guillermo Cochez, antes de ser destituido por el Presidente panameño, precisamente por sus comentarios sobre la debilidad mostrada por la Organización de Estados Americanos sobre lo que ocurre en Venezuela, donde los chavistas han “secuestrado” el poder, mientras Chávez muere o se recupera, sin mayor consideración por su Constitución y aupados por una Asamblea Nacional controlada por ellos mismos.
Cochez, diplomático, diputado y exalcalde de Ciudad de Panamá, en aparente contraposición con instrucciones de su Cancillería, la cual pretendía guardar silencio ante la situación venezolana, señaló: “La OEA entera se ha visto cómplice involuntaria de una potencial violación de claros preceptos de la Carta Democrática Interamericana. (…) De no hacer nada, deberíamos ir clausurando ordenadamente y para siempre esta Organización”.
El exembajador, con su valiente acto, aseveró algo que se comenta a todo nivel desde hace mucho, que la efectividad de la OEA, como defensora y promotora de las democracias y los derechos humanos en las Américas y el Caribe, ha dejado de ser una realidad.
Algunas democracias del área están siendo socavadas por gobiernos populistas usando las armas que la misma democracia les concede, con apoyo en mayorías manipulables e ignorando a las llamadas minorías, (aunque la diferencia entre unas y otras sea mínima). Pisotean así los derechos de gran número de ciudadanos.
La libertad de prensa desaparece, el derecho a la propiedad privada es ignorado y prácticamente anulado, la independencia de la justicia es vulnerada y se compra la imparcialidad del Ejército.
En el caso de la OEA y su actitud ante lo que ocurre en Venezuela lo peor es, sin lugar a dudas, que el voto de muchas naciones está condicionado, por no decir comprado, por las ayudas económicas que reparte Chávez a manos llenas.
Miles de barriles de petróleo envía diariamente Venezuela a las islas caribeñas. Ninguna de estas islas votará en contra de su “salvador”. Los gobiernos izquierdistas que se benefician también con las ayudas del Presidente venezolano como Bolivia, Nicaragua y Argentina se mantendrán fieles a Chávez. Colombia y Brasil tampoco quieren desestabilizar sus negocios con el país bolivariano. Así que no son pocos los que, por lo menos por el momento, se harán los ciegos y sordos.
Así las cosas, la OEA, como es cada vez más visible, es hoy un ente burocrático más, sin garra para defender la democracia.
Univisiónasegura que a Chávez se le extrajo parte del intestino y la próstata y está muy grave. Los chavistas dicen que se recupera de una infección pulmonar. Otros dicen que ya murió. Lo único cierto es que los chavistas tratarán, por todos los medios, de mantener el chavismo, con Chávez vivo o muerto. Al mejor estilo de aquellos que hace siglos atemorizaron a sus enemigos con el cadáver del Cid Campeador.
Será el caso de Venezuela la sentencia de muerte para una OEA impotente.