Cuando el alma se corrompe
Epígrafe
“La corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública”.
Ludwig von Mises
Terminando el año la percepción de los colombianos es que la corrupción creció y que los paquidérmicos entes de investigación no alcanzan a combatirla como debe ser, lo que da paso a que la impunidad campee por todos lados.
Colombia quedó muy mal en el informe de Transparencia Internacional: en una medición de 0 a 10, el puntaje sólo llegó a 3,4. Lo que significa que entre 183 países que son medidos por la organización, ocupamos el puesto 80, sobre lo cual el secretario de Transparencia, Carlos Fernando Galán expreso: “Digamos que puede ser cierto que aumente la corrupción cuando se destapan más casos, pero también puede que estemos identificando mejor los problemas de corrupción, y eso nos lleva a que la ciudadanía sienta que está aumentando”.
Ahora regresa el período electoral y los municipios y departamentos ya reciben las regalías, de manera que debemos tener los ojos encima, sin parpadear para que estos dineros públicos no queden en manos de unos siniestros depredadores de la plata del pueblo colombiano.
Los aspirantes a cargos de elección popular no pueden seguir valiéndose impunemente de sumas multimillonarias para alcanzar el poder local, gobernar sin escrúpulos y disponer a su antojo de los presupuestos locales.
A pesar de la inoperancia del Estado, porque las denuncias se acumulan en los entes de control y no prosperan y cada escándalo nuevo tapa el anterior, no hay que desfallecer y vamos a seguir denunciando a los corruptos.
Y no olvidemos, porque es igualmente preocupante lo que está pasando en el sector privado, como el caso de Interbolsa, qué deshonestidad, qué vergüenza, qué voracidad por esquilmarle la plata a la gente, por robar de frente sin escrúpulos y sin consideración alguna por el derecho de los demás.
Carlos Fernando Galán ha dicho que para evitar más corrupción el Gobierno Nacional trabaja el mejoramiento de los procesos de contratación en el Estado y del acceso a la información, el fortalecimiento de los órganos de control para investigar casos de corrupción, proteger al denunciante y garantizar que el funcionario público cambie de actitud frente al ciudadano y revele la información que tiene.
Los periodistas tenemos que garantizar que cambie la actitud de tapar y tapar y que se revele la información al ciudadano y que eso obviamente nos permita prevenir la corrupción.