Lorena Rubiano Fajardo | El Nuevo Siglo
Lunes, 18 de Abril de 2016

Ni tiempo ni plata

“Paz ha sido utilizada como garrote político”

Desde septiembre del 2012, cuando se iniciaron las conversaciones, el país ha ido pasando de la ilusión al desencanto y de la esperanza a la frustración.

Juan Gossaín

 

 

EL  Gobierno no ha decantado, ni analizado, ni estudiado, ni sopesado, ni asimilado, el mensaje que el pueblo Colombiano le envió desde las calles en las pasadas manifestaciones. Allí caminaron no solo uribistas, allí hubo un gran revuelto para expresar descontento, desesperanza, angustia y rogativas, para que el Gobierno recapacite y busque un gran acuerdo nacional, si de verdad quiere la paz, entre todos los colombianos.

La paz ha sido utilizada como garrote político y no como olivo de esperanza. Los escuderos del presidente, entre ellos Roy Barreras y el ministro del interior Juan Fernando Cristo, parecen más gladiadores en estado de combate, que obreros de la reconciliación.

A esto se suma, que todos los días las voceras del palacio en materia de paz, María Lorena Gutiérrez  y  María Alejandra Villamizar  envían mensajes contradictorios, mejor dicho el peor favor hacia la paz, lo hacen desde las mismas sillas imperiales de la presidencia.

Es incertidumbre lleva a que baje la inversión,  que los dineros se mantengan debajo del colchón esperando a ver qué va a pasar y al Presidente se le agota el tiempo para hacer una impopular reforma tributaria indispensable para financiar el posconflicto, por eso le va tocar decretar la emergencia económica.

No soy experta en el tema económico, solo reflejo lo que dice la gente del común, en la calle, en mi pueblo Togui y muchos columnistas, y es necesario decir con claridad  que estamos en  una situación sin salida fácil; será muy dolorosa: aumentar el IVA, mayores tasas de interés, recortes del gasto público y aumento en los impuestos, para impedir que la estantería se venga abajo.

Es por cuenta del tema de la paz que todo se ha retrasado y no va a alcanzar la plata para indemnizar a los terceros de buena fe en la restitución de tierras, a las víctimas, a los desmovilizados de las Farc y el Eln y a la reconstrucción del tejido social. Duro camino te tocará recorrer en esta última etapa al ministro Mauricio Cárdenas para hacer alcanzar los recursos públicos, con recortes y todo.

Lo importante es que este apretón de cinturón no afecte a las gentes menos favorecidas, a nuestros campesinos y a los que vivimos del agro. Ya no damos más.

lorenarubianof@gmail.com