Lorena Rubiano Fajardo | El Nuevo Siglo
Lunes, 24 de Agosto de 2015

SIN SOLUCIÓN

La salud de mal en peor

Epígrafe

“No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder”.

Benjamín Franklin

 

Definitivamente,  el tema de la salud nos quedó grande y se ha convertido en un tsunami  que nadie podrá detener.

Día a día sube el déficit de la salud, el Gobierno aplica paños de agua tibia y compresas a llagas profundas como son la EPS y  muchos hospitales están al borde del cierre.

Cada año podemos escribir esta misma columna y la situación  se agrava y los colombianos seguimos sufriendo y muriendo por el ineficiente servicio de salud.

En un serio y profundo debate en la Cámara, la representante Lina Barrera, del Partido Conservador, pidió: “No más paños de agua tibia como solución a la crisis hospitalaria y  exhortó al Gobierno nacional a que revise la política pública de aseguramiento a fin de que los colombianos reciban una atención digna y oportuna en los hospitales y clínicas del país”.

La congresista santandereana dijo que: “el  plan de choque anunciado por el Gobierno en 7 puntos, no es la solución, porque es un problema coyuntural y estructural en el sistema de salud”.

Fue enfática en señalar que “son las clínicas y hospitales los que prestan el servicio de salud a los usuarios del sistema, son ellos los encargados de brindar una atención oportuna y de calidad, pero si no existe un eficiente y eficaz flujo de recursos, es imposible que esto se cumpla”.

En el debate se demostró que la red hospitalaria no  cuenta con la infraestructura  necesaria tanto física, humana y tecnológica, para garantizar una verdadera prestación del servicio.

A esto se suma que los entes de control del sector salud no tienen dientes para ejercer  una estricta vigilancia a la ejecución de cerca de 34 billones de pesos, que tienen el sector en el presupuesto nacional y la plena prueba de este caos, es que cada día se interponen 360 tutelas relacionadas con el derecho a la salud en 874 municipios del país, lo cual equivale a 80% del territorio nacional.

Yo confío en la buena intención del ministro de Salud, Alejandro Gaviría, pero creo que el poder mafioso de la salud y la politiquería le han impedido hacer una reforma profunda y estructural al sector para salir del problema. Por donde se puya sale gangrena. De manera que no hay solución a la vista. Mientras tanto el pueblo colombiano agoniza en su dolor.

lorenarubianof@gmail.com