Piratería electoral
Epígrafe
“La democracia tiene por lo menos un mérito, y es que un miembro del Parlamento no puede ser más incompetente que aquellos que le han votado”.
Elbert Hubbard
Terminada esta nueva jornada de la democracia colombiana, eligiendo senadores y representantes, debemos asimilar muchas lecciones que deberán servirnos para introducir profundas reformas al sistema electoral y a tratar de mejorar las insanas costumbres de campaña.
Primero que todo la circunscripción nacional para el Senado es malévola, insensata, corrupta discriminatoria, excluyente y violatoria del derecho a la igualdad de todos los departamentos. Hay que acabar con esa norma que aumento la corrupción en los electores y catapultó los costos de campaña, lo que los induce a recurrir a las mermeladas para poder obtener los recursos y buscar que los electores terminen votando por favores y no por conocimiento del candidato.
De manera que si nos ponemos desde ahora en la tarea de acabar con la piratería electoral podremos tener una madurez política que nos permita a todos los colombianos por igualdad de condiciones aspirar a las corporaciones públicas, sin tener que recurrir a dineros non sanctos y a una maquinaria que constriñe al elector.
Por eso extraña la forma abrupta como el Consejo Nacional Electoral aumentó los topes de campaña a unas cifras inalcanzables para el 95% de los candidatos, y ese organismo que tiene que desaparecer ya escogió así a los más adinerados para que sean miembros de las corporaciones públicas. Porque seguramente los electores escogerán a los de mas plata para votar por ellos. Y los medios de comunicación les dan mayores oportunidades de entrevistas a los que más publicidad pauten en sus medios.
De manera que el dinero hace que queden proscritas, erradicadas, las ideas y las propuestas de campaña, la controversia entre los partidos y la libre escogencia de los electores.
En la jornada del domingo se estrenará la identificación biométrica, que dará más transparencia al proceso porque 70% de los colombianos que acuden a las urnas serán identificados con estos lectores. Y el tema que tiene en vilo estas elecciones es el voto en blanco, como expresión de inconformidad y de castigo previsto en nuestra Constitución Política, y que de llegar a obtener la mayoría simple abriría las puertas para la total renovación de la clase política colombiana, por la razón que ninguno de los actuales postulados podrá volver a presentarse para aspirar a ser elegido.