Epígrafe
“No hay buenos negocios y malos negocios; lo que hay son buenos empresarios y malos empresarios”.
Walter Piazza
“Divide y reinarás”. Con este sabio proverbio quiero significar que el gobierno acertó en su estrategia de dividir a los gremios del sector agropecuario para bajarle así la intensidad a la protesta y a los reclamos y lograr dominar la situación. Lamentable que nuestros dirigentes agrarios hayan caído en la trampa, y más lamentable que otros se hayan dejado comprar y manipular en contra de los intereses de su gremio.
La táctica no tiene nada de astucia, ni de genialidad, porque aprovechando la angustiosa situación del sector cafetero, fueron comprando conciencias hasta doblegarlos y lograr así que respaldaran las nefastas actuaciones tanto del ejecutivo como de la ineficaz y purulenta Federación Nacional de Cafeteros. Esa burocracia solo conoce el café en el pocillo y eso que la mayoría toma té, ha logrado amortajar la reforma que piden a gritos los caficultores, ellos sí de mulera y sombrero.
Esa reforma de ese costosísimo embeleco que ya no tiene razón de ser es inaplazable y si algo queda después de la reforma esta puede funcionar con el solo 25% de su nómina actual. Recuerdo que esa burocracia fue la que dejó perder a ACES, al Banco Cafetero, la Flota Mercante Grancolombiana y la Agrícola de Seguros entre otras.
Y como en nuestro país, todo se resuelve con comisiones cuando se quieren aplazar las soluciones, es urgente que estas se reúnan para estudiar toda la crisis en forma integral y proponer cambios de fondo, pero Ya. Los campesinos no esperan más, esta es una necesidad inaplazable y debe darse con el apoyo de todos los colombianos.
De manera que de los acuerdos por la prosperidad cafetera, no hay nada y de la reforma agraria integral, tampoco. Se había pactado una revisión a fondo de la situación, de los cultivos, de los insumos, de las estrategias de mercadeo, para rediseñar las estrategias, modificando lo que sea necesario, pero nada de nada.
La caficultura, los cañicultores, paperos, cebolleros, en fin, todo el sector seguirá sufriendo si no se unen para poder enfrentarse a los criterios burócratas de sus respectivas agremiaciones e intermediarios, que solo son unos chupasangre de los cultivadores. La situación es bien confusa, o hay política agraria o habrá paro de nuevo, apoyando así la hora cero propuesta por Dignidad Cafetera para el 28 de abril.