Fernando Mazuera Villegas
Epígrafe
“Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres”.
Albert Einstein
Cada vez que me involucro en temas de personajes históricos, lo hago con cierta timidez y cautela, por temor a equivocarme en la interpretación y análisis del transcurrir de estos personajes en la vida nacional. Hay vidas y acciones de muchos compatriotas que están siendo olvidadas porque ya hay poco interés nacional en la historia y los orígenes de nuestra nacionalidad.
Por iniciativa de su hija doña Rosario Mazuera de Kling y con el respaldo del presidente de la Sociedad Bolivariana de Colombia, Miguel Santamaría Dávila, se inauguró en la sede de la entidad un salón en homenaje al exalcalde de la capital Fernando Mazuera Villegas.
Entonces me di a la tarea de averiguar, buscar y leer sobre este personaje que a sus quince años había llegado desde la capital caldense, con el apoyo de su hermano Leónidas y su tío Mariano Villegas Restrepo, con un sencillo equipaje pero con un espíritu emprendedor y las ilusiones de salir adelante. Con su flema caldense, “Mazuerita”, como le decían, cautivó a la rancia y encumbrada sociedad bogotana de la época, que seguramente no se enteró de que el nuevo socio del Country y nuevo campeón de golf, empezó de muy abajo, que llegó a tener en sus bolsillos tan solo dos pesos, que estudió mecanografía y taquigrafía, boxeo y piano, vivió en un hospedaje, obtuvo un sencillo empleo en el Banco de Colombia, fabricó fósforos, vendió azúcar, hilazas y medias, traviesas para el ferrocarril, creó la primera empresa de taxis con radio-teléfono y así a los 22 años era ya uno de los hombres más ricos de Colombia. Gracias a su capacidad empresarial creó una de las constructoras más importantes como lo es Mazuera y Compañía.
Su gran huella, la dejo desde 1947, en su primera alcaldía, después de la destrucción del 9 de abril, empezó a demostrar su visión futurista, su capacidad de pensar en grande, lo que le permitió diseñar y construir una capital con todas las especificaciones de las grandes capitales europeas. Ese espíritu renovador lo llevó a ser en cuatro ocasiones burgomaestre de Bogotá y por su popularidad lo llamaron “el alcalde del sur” .
Orgullosos de su padre, abuelo y bisabuelo, estuvieron sus familiares encabezados por Lorenzo y Alexandra Kling Mazuera y su hijo Juan Fernández de Soto.