FIFA, superestado
“El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla”
Enrique Tierno Galván
El multimillonario negociado del futbol está en la mira de los analistas internacionales a raíz de las protestas sociales en el Brasil, en medio de la Copa de las Confederaciones.
La alarma la prendió en el 2012 el joven Javi Poves quien dijo que: “Lo que se ve desde dentro lo deja claro: el fútbol profesional sólo es dinero y corrupción”. “No quiero estar en un sistema que se basa en que la gente gana dinero, gracias a la muerte de otros en Suramérica, África, Asia”.
En 1938, Benito Mussolini movió influencias para comprar árbitros, amenazar a futbolistas, sobornar rivales y con los “triunfos” del futbol, obtenía el respaldo popular. Desde esa época los vicios y corrupción persisten, matan futbolistas, denuncian árbitros, pero esa fuerza oculta de poder es impenetrable.
El fútbol es un deporte que infortunadamente ha sido convertido a través de la pasión y del fanatismo en un rentable, pero sucio negocio mafioso.
Lo sucedido recientemente en Brasil con las protestas por la corrupción, los precios del transporte, falta de cupos escolares, inseguridad, bajos salarios, inflación y por otras razones demuestran que al fútbol poco le interesa el tema social.
Esto dicen los brasileños: “Por favor, no vendan nuestros derechos a la FIFA. Los abusos contra los consumidores, los aficionados y los ciudadanos brasileños contenidos en la Ley General de la Copa bordean la inconstitucionalidad. Brasil ha organizado numerosos eventos internacionales sin tener que cambiar las leyes y los derechos ganados. Hagan lo que es correcto, defender la soberanía y a los brasileños por encima de los intereses comerciales de la FIFA".
En buena hora el presidente Betancur renuncio a realizar la Copa del Mundo de 1986. Las multinacionales del futbol también presionaron porque según ellos, en nuestro país la gente no tenía ni para comprarse unas zapatillas de marca y amenazaron con retirar los patrocinios, pero salimos ganando porque hubiésemos tenido que hipotecar el país para que los dueños del futbol se llenaran los bolsillos de plata.
Y qué tal los escándalos por la designación de Qatar, para la próxima Copa Mundial de Fútbol, el asunto según la publicación France Football involucra presunciones de corrupción, compromisos, contradicciones, posibles cambios de las condiciones y una lluvia de ‘gasodólares’.
Para acabar con esta mafia los Estados deberían crear una gran Federación y no participar en los campeonatos FIFA.