LLAMADO PAPAL A RELIGIOSOS | El Nuevo Siglo
Domingo, 5 de Enero de 2014

Despertar al mundo

 

“La profecía del Reino no es negociable”

La revista Civiltà Cattolica acaba de publicar, en exclusiva, la conversación  en el Vaticano que el Papa Francisco concedió a la Unión de Superiores Generales (USG) de los Institutos religiosos masculinos al final de su 82a Asamblea General, a finales del año anterior.

Viendo a los religiosos la gente debe entender: “¡Estas personas van más allá del horizonte mundano! Es decir --ha continuado el Papa, citando a Benedicto XVI-- la vida religiosa debe permitir el crecimiento de la Iglesia por el camino de la atracción”. Y les pidió “¡Sean testimonio de un modo distinto de hacer, de actuar, de vivir!”.

Para entender los problemas, dijo Francisco, “no sirve estar en el centro de una esfera. Para entender, nos debemos 'descolocar', ver la realidad desde más puntos de vista diferentes. Tenemos que habituarnos a pensar”.

Y ejemplificó con un caso concreto, el apostolado juvenil: “Quien trabaja con los jóvenes no puede detenerse a decir cosas demasiado ordenadas y estructuradas como un tratado, porque estas cosas les resbalan a los jóvenes. Se necesita un nuevo lenguaje, un nuevo modo de decir las cosas”.

“Entonces, ¿cuál es la prioridad de la vida consagrada? Respondió el Santo Padre: “La profecía del Reino, que no es negociable”.

Y sobre la nueva geografía que se va diseñando en la Iglesia con más personas de Asia y África indicó: que "esto nos obliga naturalmente a repensar la inculturación del carisma”. Y sobre el miedo de cometer errores invitó al coraje y recordó que “tenemos que pedir siempre perdón y mirar con mucha vergüenza las frustraciones apostólicas que fueron causadas por falta de coraje.

Sobre las vocaciones indicó que la formación "es fundamental. Los pilares de la formación son cuatro: espiritual, intelectual, comunitario y apostólico. El fantasma que se debe combatir es la imagen de la vida religiosa entendida como refugio y consuelo ante un mundo “externo” difícil y complejo”. Por ejemplo dijo, “no se resuelven los problemas simplemente prohibiendo hacer esto o aquello. Es necesario mucho diálogo, mucha confrontación”.

Invitó por ello a evitar a todo costo la hipocresía y recordó que “la formación es una obra artesanal, no policíaca. Tenemos que formar el corazón. De otro modo formamos pequeños monstruos”. Y añadió que “el formador tiene que pensar que la persona en formación será llamada a cuidar el Pueblo de Dios”. Y que en los seminarios se pueden aceptar a los pecadores, porque todos lo somos “pero no a los corruptos”.

Al concluir el encuentro el papa Francisco le dijo a los presentes: “Les agradezco, les agradezco por este acto de fe que han tenido en esta reunión". Gracias por aquello que hacen, por su espíritu de fe y la búsqueda del servicio. Gracias por su testimonio, por los mártires que continuamente dan a la Iglesia, y también por las humillaciones por las que tienen que pasar: es el camino de la Cruz. Gracias de corazón”.