COGOBIERNO
Impunidad disimulada
¿Procesarán a Timochenko?
Después de mucho que se diera a conocer el texto del acuerdo al que había llegado el Gobierno con las Farc y que el 23 de septiembre anunciaron, con bombos y platillos, como si fuera definitivo, el martes de esta semana publicaron otro convenio, aunque con la mención “borrador conjunto” (¿qué se quiere decir con esto?) también con gran despliegue propagandístico, con mucha retórica pero aun con grandes vacíos, acuerdo al que llamaron Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. En 63 farragosas páginas se contemplan varios temas, incluyendo el de la Jurisdicción Especial para la Paz. Como dijo el Procurador, este documento, hay que leerlo entre líneas; mientras, vale la pena hacer algunos comentarios sobre esta Jurisdicción sobre la Paz.
Antes que todo es una ruptura completa con nuestro sistema judicial, es decir, algo inconstitucional, lo que se reconoce y para ello “las partes acordarán las reformas constitucionales pertinentes.” Guerrilla y Gobierno, de común acuerdo, van a reformar nuestra Constitución. El jefe de negociadores del Gobierno dice que “por primera vez en el mundo, en serio, por primera vez en el mundo, de común acuerdo en medio de un conflicto vivo, y por convenio entre las partes se crea una jurisdicción…”. Efectivamente, por primera vez en el mundo, siete mil guerrilleros en retirada obtienen en una negociación, en plena situación de igualdad, que el gobierno de un país de 47 millones de habitantes cree un tribunal especial para juzgarlos y para juzgar al gobierno que los tiene derrotados. Los subversivos del IRA y de la ETA se morderán los codos de la envidia cuando conozcan el triunfo de sus homólogos colombianos.
Esto aparte, que dice mucho de las Farc y poco del gobierno Santos, hay una miríada de temas que llaman la atención, unos por haber quedado en el vacío, otros por las concesiones obtenidas por la subversión. Unos pocos: se va a conformar un tribunal ad hoc con unos jueces que no se sabe quién designará, esperemos que no se delegue en los “garantes” Cuba y Venezuela.
Esto debe conocerse antes de someter los acuerdos a la decisión popular. Serán unos jueces que tendrán un gran poder, podrán fijar los sitios donde los culpables cumplan sus condenas (perdón, sanciones), cuáles serán estas y “las condiciones de restricción efectiva de la libertad que en ningún caso se entenderán como cárcel o prisión ni adopción de medidas de aseguramiento equivalentes.” Parece que los negociadores no pudieron ponerse de acuerdo al respecto y endosaron el tema al Tribunal. Podemos imaginarnos los problemas que surgirán.
Se acabó el espacio: Procedimiento penal desconocido. ¿Timochenko e Iván Márquez serán procesados? No extradición. Expresidentes remitidos a la Cámara. Enjuiciarán colaboradores indirectos (¿Cepeda y Piedad?) Etc.