“Sus ideas no implican eficiencia en manejo urbano”
¿TIENE USTED CARRO?
El populismo de Peñalosa
Muchos quedaron contentos con la elección de Peñalosa, mejor, con la derrota del Polo y lo que este grupo representa: años de desgobierno y de malos manejos; la ineficiencia de Lucho Garzón, la podredumbre del gobierno de Samuel Moreno, la gestión errática e ideológica de Petro.
Pasada la euforia del fin de las administraciones izquierdistas es bueno recordar la vena populista de Peñalosa, la que ya asomó con su anuncio de implantar “horas sin carro”; hora y media en la mañana y hora y media en la tarde para facilitar la circulación, dice, de buses escolares y del transporte público a las horas pico. Imaginemos lo que sería, además del “pico y placa,” no poder desplazarse en automóvil para quienes los utilizan para ir y volver de la oficina y la incrementada congestión del tráfico el resto del día. En una ciudad con un servicio de buses deficiente al extremo, esto implicaría mayor detrimento en la calidad de vida de un enorme sector ciudadano, ya suficientemente deteriorada.
Esta propuesta de Peñalosa no es de extrañar y basta citar algunos de sus conceptos respecto a los vehículos particulares, a sus propietarios y al sistema vial: “La inversión en infraestructura vial y su mantenimiento absorbe recursos que se podrían destinar a mejorar la vida de los ciudadanos más necesitados”, “las ciudades deben tomar la decisión explícita de restringir severamente el uso del automóvil, porque de otro modo se agrava la exclusión y la desigualdad,” “esos barrios de jardines amplios, alejados del comercio y del transporte público perjudican la movilidad de los pobres, los niños, los viejos y todos los que no dispongan de un automóvil. Son excluyentes”, “tratar de resolver los embotellamientos con más infraestructura vial no sólo es regresivo porque quita recursos a soluciones para los más pobres, sino que es inútil”, “utilizando el transporte público, la bicicleta y caminando a la tienda se construye más igualdad que con muchos discursos supuestamente de izquierda”. Su modelo de ciudad parece ser un bucólico pueblo de Dinamarca y no el de una gran ciudad como Nueva York, Londres o París. La aspiración de quienes acceden a la clase media es poseer un carro, es utópico pensar que sea desplazarse en bicicleta y esta mentalidad no va a cambiar. En la China de Mao, Beiying estaba repleta de bicicletas, hoy de vehículos. Este es el progreso, aunque no guste a algunos y traiga problemas como el de la contaminación. El “pico y placa” no redujo el volumen de tráfico, incrementó el número de vehículos. Las ideas de Peñalosa no implican eficiencia en el manejo urbano, no son más que populismo de quien mantiene una bicicleta en la camioneta y la monta cuando ve periodistas.