Comparativamente con otras desgracias sucedidas en la humanidad, la pandemia del Covid19 no ha sido hasta ahora tan devastadora como otras registradas en el curso de la historia, tampoco si se equipara con los 150 mil fallecimientos diarios en el mundo por diferentes causas. En lo corrido del presente año van 21 millones de muertes, de las cuales 4.7 millones son por causas infecciosas. Diariamente se registran 35 mil muertos, dentro de esta cifra el 10.85% son por Covid-19.
Quiero ser objetivo en este análisis sin tratar de subestimar o minimizar el grave problema que estamos padeciendo, pero a su vez si hacer ver que el mundo en su devenir cobra vidas diariamente, las mismas que la gente desconoce porque no son de sensación, pero las cifras son claras y reales.
Consultar https://www.worldometers.info/es/ En esta pagina se pueden conocer todos los datos en línea de la evolución segundo a segundo de la población, los nacimientos y fallecimientos totales por diferentes causas. Por ejemplo, en los cinco meses y medio que van del año, hay mas de 15.5 millones de muertes por aborto; millón setecientos mil por fumadores; 900 mil por alcohol, 390 mil suicidios.
En un día en el mundo mueren 25 mil personas por hambre, 8 mil por sida, 40 por cáncer y 3.800 por Covid19. (Fuentes: World Helth Organitazation WHO, United Nations World Foods Programme, FAO, Unicef) Los anteriores datos muestran una realidad evolutiva y mucho mayor de lo ocurrido hasta ahora con la pandemia actual. Los gobiernos están tomando medidas efectivas para controlar la infección, aunque muchas de ellas drásticas que afectan la economía, el empleo y la tranquilidad ciudadana.
Quizás si en épocas anteriores hubiese existido la capacidad comunicativa actual, se habrían evitado millones de muertes. Pero a la fecha comparativamente las del Covid-19 son el 0,006% de las muertes ocurridas en la pandemia de 1918.
Espero ser comprendido con este análisis, no pretendo desconocer la gravedad de la situación que se vive, pero tampoco creer que es el fin. Debemos acatar las disposiciones oficiales con rigor y disciplina, pero con confianza y seguridad que Dios y las autoridades nos sacaran de esta situación.