La tabla Ouija | El Nuevo Siglo
Jueves, 21 de Marzo de 2024

Muchas personas decían que cuando se anunciara la Constituyente tocaba aplicar el plan “b”, es decir, irse del país…

Llegó el día y la hora en que se anunció una Constituyente. Hasta el presidente del Congreso habla de ruido de sables. Recuerda que las armas le pertenecen a la nación y no a ningún gobierno. Iván Duque dice que el Congreso no será el sepulturero de la democracia colombiana. Estoy en total acuerdo. Y, no solo las armas le pertenecen a la nación ni a ningún gobierno sino la misma democracia, la Constitución política y las instituciones, incluyendo el Congreso.

En respuesta, y desde un fervoroso ejercicio de agitación de masas, se informa que las armas están ahora en manos del comandante en jefe… de lo cual se entiende que también la democracia, la Constitución y las instituciones.

Pros y contras de la Asamblea Constituyente: simplemente es un mecanismo para reformar la constitución política prevista en la misma constitución política de Colombia. Eso no tiene nada de raro. Pero su resultado puede ser excelente o terrible. Durante el siglo XX, bajo la Constitución de 1886, solo se tuvo que acudir a este mecanismo muy pocas veces y siempre fue en respuesta a un colapso institucional. ¿Lo estamos? Dos de esas veces corresponden a constituyentes convocadas por los generales Reyes y Rojas y en ambos casos se extendieron sus periodos presidenciales. Eso es lo primero que se asegura.

Y, ¿qué es una Constitución?: Según Vladimiro Naranjo Mesa es “un conjunto de normas fundamentales para la organización del Estado, que regulan el funcionamiento de los órganos del poder público, y que establecen los principios básicos para el ejercicio de los derechos y la garantía de las libertades dentro del Estado

¿Por qué excelente?: si el origen de un proceso constituyente es transparente, puro, libre de ideologías, fanatismos y sesgos de todo tipo, los resultados serían positivos como por ejemplo prohibir el socialismo o el populismo o cualquiera otra ideología extrema como sistema económico y de gobierno poniendo al Estado, la democracia y las instituciones en un nivel muy superior a cualquier ideología de cualquier gobernante de turno.

¿Por qué terrible? Cuando su origen es impuro, las motivaciones sucias pues están llenas de ideologías radicales de izquierda o de derecha, sesgadas, manchadas de violencia, llenas de resentimiento, odio, frustración, complejos, revanchismo, venganza, ego, injusticia… pues eso es lo que nos regirá.

En este caso, una Asamblea Constituyente sería como ponerse a jugar la tabla ouija a ver con qué nos enfrentamos de una vez por todas al abrir esos portales malditos con el riesgo de quedar posesos y sin salida como Frank Molina en la novela Akelarre de Mario Mendoza.

Lleras tienta al maligno al estar de acuerdo en que se convoque ya, se enfrente ya… de una vez por todas a ese demonio…. es mejor no tentarlo pues detrás están varios demonios: Marx, Lenin, Engels y Chávez. Este último a punta de mímesis y maldad logró replicar el modelo bajo el concepto de “socialismo del siglo XXI” destruyendo a Venezuela.

juanfelipereyes@hotmail.com