CNN confirmaba la noticia: tras varios días aguantando la respiración durante el recuento, Pensilvania cambiaba de color y ahora se teñía de azul demócrata. Joe Biden era oficialmente el nuevo presidente de los Estados Unidos. A varios kilómetros de allí, en la ciudad de Nueva York, resguardado muy lejos de la algarabía que estallaba en las calles tras el fin de la incertidumbre, un hombre con gafas de gruesa montura negra destapaba una cerveza para celebrar en su sillón y, tras beber un largo trago de la botella, sonreía mirando a la televisión. Su plan había funcionado a la perfección.
Su nombre es Andrew Shaffer, un autor de best-sellers norteamericano que en 2018 sorprendió a las librerías con “Hope Never Dies”, el primer tomo de lo que él mismo bautizaría como “Los Misterios Obama-Biden”, una serie de libros policíacos en la que nos presentaría la faceta más detectivesca de la destacada fórmula presidencial y por medio de la cual buscaría implantar una idea en la cultura popular que dos años después se revalidaría en las urnas: que Joe Biden podía ser un héroe, el héroe que su país necesitaba.
Tras convertirse en un éxito de ventas, Shaffer volvió a los escaparates con “Hope Rides Again”, la segunda entrega de su colección. En esta ocasión, un humilde Joe Biden protagonista, que todavía carga con la encrucijada en el alma sobre ser o no el candidato demócrata que enfrente a Trump y que en secreto teme competir por la nominación contra figuras populares y mediáticas como Oprah o Michelle Obama, se une a su antiguo compañero de presidencia para desenmascarar una turbia conspiración criminal en las calles de Chicago que empieza con el robo del celular de Obama.
365 páginas después, Shaffer logra presentar a los lectores el perfil de un hombre con los valores de honestidad, confianza y sentido del deber que el votante busca, al tiempo que nos sumerge en la ficción de un Joe Biden que, a pesar de tener muy presente la fragilidad de su edad, no duda en infiltrarse en cloacas subterráneas, escapar dramáticamente en helicóptero o tener espectaculares persecuciones en lancha en una insaciable búsqueda de justicia para poner tras las rejas a los responsables del intento de homicidio de un chico.
Si bien las historias de Shaffer son una propuesta paródica del clásico bromance Holmes-Watson, sus libros sirvieron para darle un empujón invisible desde la literatura a la campaña de Biden en los momentos en que su candidatura vacilaba en las encuestas ante la carismática figura de Bernie Sanders y el ascenso sorpresivo de Elizabeth Warren. Sería ingenuo negar que, por muy mínima que fuera, la fuerza silenciosa de las estanterías hizo su parte para romper el equilibrio de la contienda electoral.
Mientras Shaffer deja pistas sueltas sobre un futuro tercer libro en el que Kamala Harris podría debutar como su fiel escudera, e incluso especula sobre un spin-off con la dupla Barack-Michelle, es la hora de Biden para demostrar si es realmente el héroe que la pluma de Shaffer nos esbozó.